Como se nos vino el verano, creo que deberíamos haber tenido ya encima de la mesa (o de la nevera, que tanto da) la planificación del mismo. Es lo más procedente para quienes, en esta época, disponen de días libres; que a la inmensa mayoría, seamos jubilatas o parados de corta, media o larga duración, nos la sudan los días libres de tantos que disponemos. Otra cosa es disponer de posibles.
Mi vecino (de calle), “El Paleta”, está jubiloso. Ya tiene planificada la temporada, pues marchará a los hoteles costeros… a trabajar. La coyuntura es favorable. Mi vecino, “El Paleta”, se siente rejuvenecido y está exultante.