Hay días en los que es mejor quedarse en la cama.
Pienso que eso diría Onetti, que no contaba en días sino en meses y años lo de quedarse en la cama. Y es que, al escritor, todos los días de año debían parecerle nefastos, no dignos de perder el tiempo internándose en los mismos a base de unas actividades tal vez innecesarias. ¿Qué más de malo supuestamente podía pasarle allí?