Las condiciones del verano, especiales siempre, dan lugar a muchas y variadas situaciones y al descubrimiento de esos diversos modos, costumbres y tipos de los que de alguna forma y sectorialmente me vengo ocupando.
Ciertamente que si pretendiese hacer descripción y catalogación exhaustiva no tendría ni tiempo ni espacio para lograrlo, al menos en unos reducidos días. Pero cierto intento creo es loable y así me lo deben ustedes considerar. Máxime, como indiqué al inicio de estas crónicas, cuando de tal manera, además del interés científico, colaboro al interés gubernativo de levantar el ánimo del españolito y de camuflarle sucesos y hechos mucho más penosos y escandalosos para su salud mental y social.