Las florecillas de mi jardín interior

(Inspirado en “El pastorcico”, de san Juan de la Cruz)

 

Yo sé de un hortelano que en su huerto,

labora por la tierra con desvelo,

y cava bellos surcos con gran celo

para echar la semilla con acierto.

 

Y aguanta las lloviznas y neviscas,

y aguanta las tormentas y aguaceros,

y las nieblas, los fríos, los heleros

y los rayos, los truenos y ventiscas.

 

Y este bello hortelano, en la cosecha,

no se jacta en el bien ni en la riqueza,

pues gana su salario y la pobreza

y evita así, el regalo que le acecha.

 

Más no tanto por ella, su alma brilla,

que sólo busca en esta su sustento,

y dona el corazón por el contento

que le da la silvestre florecilla.

 

La azucena, el jazmín y el terciopelo,

la amapola, lavanda y el tomillo,

margaritas y fresno… le dan brillo

y lo colman de paz y de consuelo.

 

Y este sencillo y honrado hortelano

disfruta de su huerto tan florido

con roces y caricias de su mano.

 

 

pedrovico24@hotmail.com

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