31-01-2012.
Uno de los recuerdos más conmovedores que siento al contemplar, con la imaginación, ese álbum repleto de nostalgias con el que entretengo miedos y soledades, es recordar mi regreso a las Escuelas, cincuenta años después: volver a admirar la imagen de Cristo Rey esculpida en la fachada de la iglesia, rezar un ave maría a los pies de la Virgen, abrazar a los compañeros y ver aparecer con su andar pausado, sus viejos pantalones de pana, aquel jersey de color verde oliva que nunca se quitaba, y la mirada marchita de tantos desengaños, al padre Jesús Mendoza.