Una sonrisa, por favor.

20-01-2012.

Hoy me vais a disculpar. Tengo el cuerpo de jota y no quiero escribir del miedo, ni de la vejez, ni de la soledad, ni de la muerte. Tiempo tendremos de llorar y lamentarnos. Hoy me pide el cuerpo sonreír. A nuestra edad, la sonrisa es la mejor medicina para el alma. Resulta muy amargo escribir de penas y sufrimientos. Estaba contestando un correo del amigo Mariano Valcárcel, cuando me ha entrado la risa floja. Es importante aprender a reírse de uno mismo y de esas cosas sencillas que nos ocurren a diario. Unos señores han inventado la risoterapia, para curar las enfermedades, a base de carcajadas, y se están haciendo de oro. Lo que se perdió el amigo Miguel Gila.

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