¡Cómo me agradó verla!

23-01-2012.

Hay veces que recordar tiempos pasados, secuencias vividas, días y momentos que ya estaban casi en el olvido y que afluyen a mi mente, me recrea y parece que de nuevo, con los ojos cerrados, las estoy viviendo y paso momentos de verdadera felicidad.

Cuando, después de varios días de forzada marcha a pie, atravesamos bellos pueblecitos del centro de la provincia de Huesca, por la tarde avistamos Barbastro. Cuando atravesamos esa hermosa ciudad, que después visitaría varias veces, tuvimos que parar para darle paso a una procesión: era el dieciséis de julio, día de la Virgen del Carmen; los paisanos de José María Escrivá de Balaguer paseaban a su Madre. ¡Cómo me agradó verla! Así tuve ocasión de pedirle fuerzas y salud para seguir caminando por este espinoso camino de la vida.

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