Mi mujer vive con un solo riñón

17-11-2010.
Si analizamos nuestras vidas, en ellas tenemos satisfacciones, alegrías, felicidades… por la parte positiva. Por la parte negativa, desengaños, penas, infelicidades… El clamor popular dice que las alegrías hay que buscarlas; las penas vienen solas.
Había pasado nuestra feria de San Miguel del año 1978 cuando, ya hartos de visitar médicos, esperar análisis y un sinfín de días perdidos en consultas y pruebas, mandaron a mi señora a Jaén, al Hospital Capitán Cortés, a hacerle otras pruebas que en el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda no podían hacer, para saber con certeza el mal que la estaba consumiendo más de un año.

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