
Mal tiempo es este para el hombre libre. Los tiranos insaciables se empeñan en decretar leyes cada vez más restrictivas, y el pueblo no encuentra la manera de derrocarlos. La confusión impone sus normas y el desconcierto anida en el espíritu de los más sabios. La conjuración puede surgir en cualquier momento de no se sabe dónde, pero nunca de los que aman la sabiduría, sino de los aventureros.