27-12-2009.
En las zonas rurales del sur de España, hace cuarenta años, la Navidad se empezaba a preparar por la Inmaculada y la anunciaban grupos de niños, cantando villancicos de puerta en puerta. Por aquellos días, se mataba el marrano que la familia había criado con desperdicios de comidas y rebuscos de hierbas y cosechas. De este animal se aprovechaba todo y, con sus piezas nobles o su casquería, se preparaban platos exquisitos, formando parte principal de los cocidos de garbanzos de todo el año.