LA MARCHA DE ALFREDO
¿Qué sucede? ¿Hemos perdido el norte, hemos perdido el sentido común, hemos perdido la facultad de vivir civilizadamente, hemos perdido el respeto, el afecto y la comprensión? No es bueno apuntillar al adversario, porque sus opiniones no sean coincidentes con las nuestras en las razones o en las sinrazones. No hay que tratar de quemar las ideas, porque las ideas no arden y el que juega con fuego se acaba quemando. No es bueno intentar adoctrinar al compañero, porque no se deja y además se ríe de ti. Lo decíamos hace sólo unos días.