15-01-07.
José María Berzosa Sánchez
Tenía yo el convencimiento de que la Presentación de Al Ammariyya iba a estar llena de compañeros, a los que previamente les había avisado del suceso, bien por internet, bien por teléfono. Tanto fue así que cambié la sala prevista por otra de mayor capacidad. Bueno, pues estuvimos acompañados muy cariñosamente por unos pocos amigos.
La Presentación fue amena, interesante y breve. Yo hice esta introducción:
ANTONIO JOSÉ JIMENA MOLINA
Es el concejal de Cultura y Turismo del Excmo. Ayuntamiento de Úbeda. Se ha portado como un excelente amigo mío y vuestro. Fui a proponerle la posible representación de la obra de Diego Rodríguez Vargas y, sin más preguntas ni dudas, me dijo lo siguiente:
‑Debemos incluirla en la Programación Cultural de nuestro Ayuntamiento durante los meses de noviembre, diciembre y enero próximos. Dime qué mes os viene mejor.
Y así ha sido. No he tenido que insistir, rogar, suplicar, ni llorar. Por eso, creo que los asistentes, los actores, Diego y yo debemos decirte sentidamente: «Gracias, Antonio José».
DIEGO RODRÍGUEZ VARGAS
Nació en 1949 en Bedmar (Jaén). Estudió Magisterio en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia de Úbeda, donde obtuvo el título de Maestro en 1967 y la plaza en propiedad dos años después. Ha ejercido como maestro de Educación Primaria en los centros Safa de El Puerto de Santa María, Écija, Linares, Cádiz y Málaga. En el curso 1982-83 decidió continuar su docencia en la escuela pública.
Es Jefe de Estudios del Colegio “Jorge Guillén” de Málaga, desde el curso 1982-83, y ha coordinado diferentes grupos de trabajo y proyectos de innovación y experimentación pedagógica de la Junta de Andalucía.
Desde 1992 colabora con la Universidad de Málaga como tutor de alumnado de Pedagogía Social y Didáctica y Organización Escolar, en el Proyecto Roma, y en tres pasantías del Ministerio de Educación de Chile en su programa de formación del profesorado.
Es conferenciante y ponente de cuestiones relacionadas con la educación, el teatro y la inmigración ilegal. También, es vocal de Teatro y Educación del Ateneo de Málaga; asesor pedagógico del Museo de Transporte y Navegación Aérea del Aeropuerto de Málaga; articulista en diferentes medios de comunicación; y miembro de la Comisión Interreg III A de cooperación cultural entre Málaga, Nador y Tetuán.
En sus viajes a Marruecos, como miembro de dicha Comisión, ha tenido la oportunidad de observar, desde una posición privilegiada, la realidad del pueblo marroquí, descubriendo en él las virtudes de aquel Al Ándalus, tan lejano en el tiempo y tan próximo en el espacio.
BIBLIOGRAFÍA
Sobre innovación y experimentación pedagógica:
Descubrir Iberoamérica (1998); ¿Dónde está el bosque? (Premio Nacional Santillana, 1999); Descubrimos la biodiversidad (1.er accésit Attendis, 2003); ¿Qué pensará Bryan de nosotros? (2004).
Fuera del ámbito de la pedagogía:
Al son de una casida (2005) es su primera obra. Refleja unos ecos remotos, presentes y futuros, de dos pueblos –Marruecos y España‑ que tienen en común parte de su historia.
Y, basado en dichas referencias, se inspira para escribir su siguiente obra: Al Ammariyya (2006), obra de teatro de tesis, estrenada en el Centro Cultural de la Diputación de Málaga el 24 de junio de 2006.
Actualmente prepara el proyecto: “El teatro como terapia colectiva y estrategia en el desarrollo del currículo escolar”.
Su próxima obra de teatro de creación infantil, Sapiens, Sapiens, se estrenará en abril de 2007.
Antonio José dio las gracias por la participación del Grupo Ávalon en la programación cultural de invierno del Ayuntamiento de Úbeda. Fue amable conmigo, el conector; con Diego, el autor; y con el grupo teatral, el actor.
Por último, tomó la palabra Diego quien, concisa y claramente, nos dio las claves que justificaban el haber escrito su obra de teatro. Tanto en Málaga, donde vive, como en sus viajes a Marruecos, ha conocido y conoce el ambiente que justifica el mensaje que nos transmite a través de su obra: todas las personas tenemos derecho a vivir dignamente, tanto por nuestra economía como por nuestra ideología.
Al final de su exposición, nos hizo entrega de su libro, con dedicatoria incluida.
Al día siguiente, el teatro Ideal estaba bien ocupado de espectadores, que disfrutamos con el mensaje de la obra, con su montaje y con su acertada interpretación. Por ello, aplaudimos intensamente al final de la representación a los cuatro actores, a la directora y al autor.
Diego Rodríguez Vargas
La última vez que entré en el Teatro Ideal Cinema de Úbeda fue para ver la película Dos Mujeres, de triste y anecdótico recuerdo por el control desproporcionado que la dirección del Colegio hizo a los que infringimos las normas de la censura de la época. El atrevimiento de ver una película 3R (para mayores con reparos) nos costó a los interfectos tres meses sin salir los fines de semana, debiendo escribir todo lo relacionado en las Encíclicas Papales sobre el cine perverso. No imaginé, entonces, que cuarenta años después volvería a entrar por la puerta grande en el mismo espacio, elegantemente restaurado, para estrenar mi obra de teatro Al Ammariyya. Los momentos que viví al finalizar la representación fueron mágicos y entrañables al comprobar la buena acogida de un trabajo comprometido y arriesgado.
Ni qué decir que las copas posteriores elevaron aún más el disfrute junto a José M.ª Berzosa, Juan Ramón Martínez Elvira, Pedro Pulido Charriel, Diego Rodríguez Valdivia y nuestras respectivas esposas.
Gracias, José M.ª por tu gestión, vuestra acogida y la presentación que el día anterior hiciste de mí en ese marco incomparable del salón de actos del Hospital de Santiago.