Para José Tomás.
Todo lo que no sé de ti,
sobre las lentas ruedas de tu pensamiento,
sobre tu casa, tus camisas,
los colores de tus babuchas,
dónde cueces el pan,
las cartas que no escribes,
el número de hijos que olvidas
o conoces,
cuántos pasos caminas
desde tu sueño a todas las mortajas
que forman tu memoria,
dónde duermes o mueres,
si arropado o desnudo.
Todo lo que no sé de ti
es lo que tú posees,
esa riqueza oculta
que nunca entregarás a un extranjero.
Tú vives sin mirarme
y yo sólo te miro porque vives.