08-01-2011.
1. INTRODUCCIÓN
1.1. ¿Para qué o por qué hacemos un Comentario de Texto?
Es igual que preguntarnos por la finalidad del Comentario y por la causa que nos “aconseja” utilizarlo. Posiblemente, tanto una como otra se justifiquen mutuamente; y esto es fácil aceptarlo si atendemos a la siguiente explicación.
Hacemos un Comentario de Texto para que o porque:
a) Entendamos con mayor precisión y profundidad lo que se dice en el texto.
b) Aumentemos nuestra capacidad de análisis lingüístico.
c) Ampliemos nuestro léxico.
d) Mejoremos nuestra capacidad de expresión oral y escrita.
e) Contrastemos los datos geográficos, históricos, filosóficos, lingüísticos, científicos o literarios de una época y sobre un autor.
f)Descubramos nuevas ideas, nuevos temas, personajes, asuntos, tonos, puntos de vista, etc.
Entre estas y otras razones, que se pueden añadir, se concluye una, que creemos es la principal para su práctica:
El Comentario de Texto potencia la capacidad creativa, especialmente cuando exige un compromiso personal al tener que valorar los contenidos, los recursos lingüísticos y la estructura, es decir, todos los elementos que se han ido descubriendo en el transcurso del análisis.
El ejercicio del Comentario de Texto es un arma fundamental para el perfeccionamiento de la expresión lingüística individual. Sus consecuencias son:
a) Produce una habituación al análisis.
b) Lleva a la precisión terminológica de los conceptos.
c) Origina una actitud respetuosa hacia las diferentes opiniones personales.
d) Incita el deseo de ahondar en la psicología de los personajes y en la naturaleza de los hechos.
e) Lleva a buscar las raíces ideológicas y científicas del autor.
f) Exige un conocimiento del contexto y del cotexto ‘material lingüístico que precede y sigue a un enunciado’.
Podemos afirmar, por tanto, que el Comentario de Texto debería ser un ejercicio habitual para cualquier persona que sienta interés por la Ciencia y la Cultura.
1.2. ¿Quién debe hacer el Comentario de Texto?
Un Comentario de Texto es una actuación particular sobre un objeto particular, y esta actividad sólo la suelen realizar los profesores y los alumnos de las asignaturas llamadas «de Letras». Por tanto, son los alumnos de estas asignaturas y sus profesores quienes con mayor frecuencia lo realizan.
El Comentario de Texto es una labor compleja. Para realizarlo con ciertas garantías de éxito, el comentarista debe dominar unas técnicas, que se irán ampliando según aumente su capacidad de análisis y la profundidad del mismo. Y, junto a ello, ha de tener una actitud anímica apropiada, que le facilite el trabajo y el gusto por la obra bien hecha.
Con tales condiciones, el aprendizaje y la práctica del Comentario de Texto puede cumplirse en los cursos de la Enseñanza Secundaria y, así, sentar las bases para su posible y posterior desarrollo en los estudios universitarios.
1.3. ¿Qué es un Comentario de Texto?
Francisco Marcos Marín, en su obra El comentario lingüístico. (Metodología y práctica), recoge los resultados de su experiencia como docente y como opositor, y dice en su “Nota preliminar y dedicatoria”, (pág. 9):
Hemos aprovechado la experiencia de comentarios en clase, (…) de cursos dedicados íntegramente al comentario de textos, (…) y de cursillos y conferencias en distintos lugares, para ofrecer por escrito teorías ya expuestas y prácticas ya realizadas.
José María Díez Borque dice en la contracubierta de su libro Comentario de textos literarios. (Método y práctica):
Aunque no hay un método de comentario de textos literarios infalible y útil por igual para todos los textos, sí es posible seguir un orden al comentar y servirse ‑como iniciación‑ del salvavidas de un método.
José Domínguez Caparrós dice en su obra Introducción al comentario de textos, (pág. 14):
El problema (…) es saber si el lenguaje literario es diferente y, en caso de responder afirmativamente, respecto a qué difiere: ¿cuál es la norma de la que se aparta el lenguaje literario?, ¿cuál es la gramática de la lengua literaria?
José Romera Castillo, en su libro El comentario de textos semiológico, (pág. 133), afirma:
Por ello, gracias al carácter lingüístico de todas las ciencias, existe la posibilidad de la creación de un matronazgo ‘origen y dominio’ científico de carácter semiológico que integraría a todas las disciplinas (humanísticas, sobre todo, y alguna parcela de las denominadas científicas) ‑y el comentario de los textos literarios entraría en esta área de dominio‑ en un metalenguaje ‘lenguaje que explica otro lenguaje’ de nuestra cultura.
Estas cuatro formas diferenciadas de enfrentarse al comentario de un texto sirven para definir nuestro concepto del Comentario de Texto, que no es tan especializado, sino que pretende sentar unas bases suficientes del mismo.
De la primera cita nos quedamos con la idea de que el Comentario de Texto necesita abundante práctica para poder dominarlo. Al principio, como dice la segunda cita, hacen falta unos conocimientos teóricos. La tercera cita nos detalla que debemos aprender la gramática de la lengua literaria. Y la última, por fin, asegura que el Comentario de Texto es un metalenguaje de nuestra cultura.
De todo ello, podríamos definir que UN COMENTARIO DE TEXTO ES UN METALENGUAJE, QUE SE SIRVE DE UN MÉTODO DE ANÁLISIS Y QUE SE DEMUESTRA DE FORMA PRÁCTICA, POR MEDIO DE UN DESARROLLO ORAL O ESCRITO.
Pero el Comentario de Texto no es un fin, sino un medio para opinar justificadamente sobre un texto determinado. En definitiva, lo que prevalece en él no es el método, ni la teoría , ni la gramática del texto. LO QUE REALMENTE INTERESA ES LA VALORACIÓN QUE NOSOTROS PODAMOS HACER.
Por tanto, la finalidad última del Comentario es valorar el texto desde unos criterios objetivos, que se han ido ejercitando en el desarrollo detallado del análisis.