Está en todos los escaparates de souvenir, en las tiendas de cristal de bohemia, en las de cerámica, en los folletos informativos, en las guías turísticas… y en su iglesia. Ver un Niño Jesús tan diminuto por todas partes, nos estimulaba el deseo de conocer al auténtico. Así que nos planificamos para incluir la visita a su templo, en el que el cansancio nos obligó a sentarnos en los incómodos bancos, condicionados para arrodillarse, ya que un inoportuno listón a la altura de la media espalda fuerza a los devotos a hincar las rodillas en la traviesa destinada para ello.
Finalizada la celebración litúrgica –casualmente, misa en español‑, nos acercamos al rococó retablo que adornaba el altar del popular Niño Jesús. Continuar leyendo «El Niño de Praga y el teatro negro, otra forma de ver Praga, y 3»