Vicisitudes de la vejez, 32

Hoy me he despertado temprano y reivindicativa, y me he puesto a escribir casi convulsivamente, a pesar de tener ya más de noventa años, gracias a que me funciona el coco como un reloj bien ajustado (por ahora, y espero que por más tiempo). Por eso, quiero despertar tu conciencia, estimado lector o lectora (porque intuyo que tengo bastante seguidoras femeninas), al igual que me la han desvelado mis brillantes nietas universitarias, con las que tanto charlo y me ilustran, trayéndome a colación diferentes temas tan interesantes como el que a continuación explico.
Primeramente me gustaría animarte a que despertases tu conciencia por lo que te voy a decir seguidamente.

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