Recuerdos de la SAFA – 37: La música (IV). El Grupo SAFA – II (1966-1970)

Recuerdos de la SAFA – 37: La música (IV). El Grupo SAFA – II (1966-1970)

(Nota: Este artículo debía haber aparecido en el marco de los dedicados a la música que hacíamos en la SAFA, tras el nº 32 “La música en la SAFA”

https://aasafaubeda.com/nueva/2021/05/29/recuerdos-de-la-safa-32-la-musica-en-la-safa-i/#more-16516

Y el nº 33 “La tuna”

https://aasafaubeda.com/nueva/2021/06/17/recuerdos-de-la-safa-33-la-musica-en-la-safa-ii-la-tuna/#more-16630

Tratando de recabar información sobre los inicios del conjunto SAFA, contacté con su vocalista, José María Ruiz Vargas, que no sólo estuvo dispuesto a aportar datos, sino a escribir él mismo un artículo sobre aquellos primeros años del conjunto. Y esa magnífica pieza de nuestra historia, que os recomiendo a todos, se publicó el 21 de junio:

https://aasafaubeda.com/nueva/2021/06/21/el-conjunto-safa-1963-1966/

Para dar tiempo a que todo el mundo lo disfrutase, he dejado transcurrir unas semanas antes de narrar la época que yo conocí,  de 1966 a 1970. Ahí va…)

Otro motor musical era la existencia del Grupo SAFA, un conjunto músico-vocal (como se decía entonces) con tres guitarras, una batería y un cantante, que hacían versiones muy dignas de canciones conocidas y que actuaban en las celebraciones de Navidad y al final de curso.

En aquella época era muy relevante la presencia de grupos musicales, siguiendo la estela de la música británica. Normalmente estaban formados por tres guitarras (solista o punteo, rítmica o acompañamiento, y bajo), una batería y un cantante. Lo de los teclados vendría después, lo mismo que la incorporación de otros instrumentos, como los metales.

Los Calypso, primer grupo «electrificado» ubetense. 1958

El grupo siempre era un plus de éxito popular. Nosotros les llamábamos “conjuntos” (“A la caseta de la feria viene un conjunto”, decíamos con los ojos brillantes los adolescentes al ver el programa de festejos del pueblo), y los presentadores de los conciertos apostillaban: “Con todos ustedes, el conjunto músico-vocal…”

Este grupo, nacido al principio de la década de los sesenta con mayoría de intérpretes de Maestría y Magisterio del Plan anterior al mío, fue una apuesta del colegio (en concreto de un sacerdote visionario, que supo ver los valores formativos de la música y el impulso que aportaría a los jóvenes que se abrían a nuevas formas musicales, que superaban con mucho los antiguos grupos corales o de orquestinas de pulso y púa). Con un presupuesto exiguo se fueron adquiriendo poco a poco tres guitarras eléctricas, una batería de lo más simple y un amplificador que no permitía dar entrada a todas las voces, por lo que sólo se usaban dos micrófonos. Esto será un hándicap permanente, solventado por el buen hacer de los intérpretes, cosa habitual dado el tono general de casi indigencia de los primeros grupos musicales de provincias de esos años.

Una excelente descripción de estos años es la realizada por el compañero José María Ruiz Vargas, cantante del grupo (el vocalista, les decíamos entonces), en un magnífico artículo que ya os he recomendado.

El grupo formado consecutivamente por  Berzosa, Gordillo, Javier, Guerrero, Vargas, Valenzuela, Laserna, Bote, etc. pronto destacaría en el mundillo musical de la comarca, y cosecharía éxitos en actuaciones fuera de las Escuelas, especialmente en el Instituto de Bachillerato (su bautismo de fuego), la del Teatro Ideal de Úbeda y la del colegio El Palo en Málaga. Incluso tuvo seguidoras del sexo femenino, lo que llamaríamos “fans” o “groupies”, que no se perdían una actuación, destacando por su presencia una chica morena y alta conocida por “Chispa” y  su amiga Carmen, que coincidiría conmigo en Filosofía y Letras en Granada.

Normalmente eran alumnos de la Primera División, y siguieron entrando instrumentistas muy buenos, como Pepe o Santos, quien manejaba la guitarra solista con maestría. A mediados de los 60 algunos de los titulares de la banda terminaron sus estudios, pero coincidió con la llegada de muy buenos músicos de nuestra promoción, con lo que el relevo se hizo anticipadamente, cuando estábamos en Oficialía. Entraron como guitarra solista (o de punteo, se decía) mi compañero de camareta, Manolo Molina (que ya tenía un grupo en su pueblo natal, Alcaudete) y de guitarra bajo, mi paisano Antonio Sánchez (a quien recuerdo pulsando compulsivamente las cuerdas del bajo hasta conseguir tener un callo en el dedo índice derecho).

Al año siguiente entraron Manolo Hurtado y Paco Moreno Berzosa, así como el vocalista Juan Pinillos. Este caso merece un apunte: en la fiesta de Navidad de ese año subió al escenario montado en el patio de columnas a interpretar “a capella” la famosa canción “Cuore matto” de Little Tony, ¡además en italiano!.

El Grupo SAFA, en el Patio de Columnas, concierto de Navidad, con los guitarras en traje de tuno.

Lo recuerdo como si fuera ayer, pues los ensayos normalmente se hacían en nuestra habitación, así que me acuerdo perfectamente de la letra, de tanto oírla:

“Il cuore matto
che ti segue ancora
e giorno e notte
pensa solo a te
E non riesco
a fargli mai capire
che tu vuoi bene
a un altro e non a me…”

Y sobre todo del estribillo, en que le hacíamos la segunda voz toda la camareta:

“Dimmi la veritá, la veritá
forse capirá, capirá
perche la veritá
tu non l’hai detta mai”

Este grupo terminó formado íntegramente por compañeros de nuestra promoción: Juan Pinillos voz, Manolo Molina guitarra solista, Manolo Hurtado  guitarra rítmica, Antonio Sánchez bajo y Paco Moreno Berzosa en la batería. Todo este cambio de miembros se hizo notar en el repertorio, pues el grupo empezó a versionar canciones más de última moda, aunque manteniendo las canciones de los Relámpagos (excelente versión hicieron de la famosa “Nit de llampecs”, aunque debíamos llamarla “Noche de relámpagos”, y de la sardana “La santa espina”) pero dejando de interpretar coplas y canciones de similar estilo. Llamativa fue la versión que estrenaron en el escenario que se montó ante los porches del edificio de Oficialía del entonces conocidísimo “Sirtaki”, de la banda sonora de la película “Zorba el griego”. Su ejecución era muy complicada, pues no era fácil para una guitarra eléctrica hacer los trinos de un bouzouki, pero Manolo Molina lo bordó y puso al público en pie. No faltó el recuerdo para el primero que se atrevió con este tema, el anterior guitarra, Santos.

Incluyeron versiones de canciones de los Beatles (siguiendo el camino abierto por los Mustang), de cantantes italianos (el ya citado “Cuore matto”, o “Il mondo”) y franceses (Adamo, sobre todo), pero lo que predominaban eran canciones de grupos españoles: Brincos, Sirex, Mustang, Lone Star… Muy demandada era “Los ejes de mi carreta” (versión de Los Albas) y la balada “Ella ya me olvidó” de Leonardo Favio, donde Juan Pinillos hacía alarde de voz e interpretación.

El grupo además actuaba en las misas cantadas, dado que el Hermano Casares hizo versiones eléctricas de cantos litúrgicos, y se corrió la voz de la calidad de las actuaciones conjuntas con el coro de la SAFA, hasta el extremo que terminaron haciendo “bolos” por distintas iglesias de la comarca, que los demandaban para efemérides destacadas (las misas de las fiestas patronales, la presencia del obispo u otro jerarca canónico, etc.)

Recuerdo que ya a finales de la carrera se convocó en Baeza un Concurso de grupos musicales (el vecino municipio siempre ha tenido más empuje en lo cultural que Úbeda, teniendo la mitad de población), y allá que fue el grupo SAFA, con el apoyo de algunos groupies que nos desplazamos hasta allí.

Les tocó actuar tras un grupo que tenía un equipo de bastante buena calidad técnica. La envidia nos corroía. Así que Manolo Molina que conocía el paño gracias a las andanzas con su grupo musical en su pueblo, Alcaudete, y había hecho más bolos veraniegos por pueblos que una flamenca, se acercó a ellos y les pidió que les permitiesen usar sus equipos en vez de los cacharros que teníamos.  La propuesta cayó bien, y les permitieron usar su batería y sobre todo su equipo de voces y los amplificadores. Normalmente tenían buenas actuaciones y eran intérpretes solventes, está feo presumir, pero ese día se salieron, sobre todo en la canción ya citada de Leonardo Favio “Ella ya me olvidó”, que levantó entusiasmado al público baezano. Aunque no ganaron el primer premio (como algunos creíamos merecían) sí que quedaron por delante del grupo que les prestó el equipo, lo que les hizo pillar un cabreo monumental. Cosas del mundo de la farándula…

Dedicado, in memoriam, a nuestro gran amigo Manolo Molina:

Ante El Salvador. 1967 y 2012.

Autor: José Luis Rodríguez Sánchez

Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la SAFA de Úbeda (AAMSU)

3 opiniones en “Recuerdos de la SAFA – 37: La música (IV). El Grupo SAFA – II (1966-1970)”

  1. Amigo José Luis, me has hecho recordar unos tiempos magníficos donde la gran ilusión que teníamos nos hacía disfrutar a tope de todo lo que estaba a nuestro alcance.
    Muchas gracias y un fuerte abrazo.

  2. Acertado artículo que demuestra tu memoria y poderío investigador.
    Enhorabuena, José Luis, por saber darle a tantos palos…
    A seguir deleitándonos con tu memoria histórica safista; y un fuerte abrazo.

Deja una respuesta