Por Fernando Sánchez Resa.
Es la Capilla Musical de los Seises de El Salvador la primera que nos va a deleitar, representando a España, con obras vocales de Cristóbal Morales, Francisco Guerrero y Anónimo del siglo XVI, finiquitando su actuación coral con el famoso villancico Niño Dios d´amor herido de Francisco Guerrero, a cuatro voces, aprovechando la proximidad de la Navidad, que nos hace derretir el alma a los que lo hemos cantado tantas veces cuando fuimos componentes de algún coro. Comprobamos gratamente que las voces infantiles ya son dobles: masculinas y femeninas, habiendo abandonado, por fin, el veto a las segundas. Hace bastante tiempo quise apuntar a mis hijas a los Seises de El Salvador pero, por ser niñas, no las admitieron. No se ha deshecho aún la discriminación en las voces adultas que siguen siendo solamente varoniles. No sé la razón de ello.
A continuación, la Escolanía de la S. I. Catedral de Jaén & CEMMEC ENSEMBLE, una vez colocados estratégicamente todos sus integrantes en las escalinatas del altar mayor, a excepción de su directora e intérpretes musicales, van a representar a Inglaterra por medio de una escogida producción musical de Georg Friedrich Händel (1685-1759), John Rutter (n. 1945) y Bob Chilcott (n. 1955) que nos hacen la boca agua y los oídos gloria, al inundárnoslos de sonidos celestiales. Todos apreciamos el esfuerzo que supone cantar sus canciones en su lenguaje original inglés.
El tercer país europeo que va a ser representado musicalmente es Alemania y nadie mejor que la Schola Pueri Cantores de la catedral de Granada y Ensemble Barroco, pues han escogido a Juan Sebastian Bach (1685-1750) para regalarnos su cantata Chist in Todes Banden BWV 4 (1707). Sinfonía en siete Versus que nos hace subir la autoestima por las nubes, al tener la fortuna de estar presentes en este venerable y religioso lugar, aspirando mixturas de voces, instrumentos y sonidos perfectos cual cuadro musical fielmente rescatado.
Sus tres directores -María Jesús García Sánchez (Úbeda), Cristina García de la Torre (Jaén) y Héctor Heliel Márquez (Granada)- han obrado el milagro de conjuntar este vasto y difícil concierto inaugural y quieren poner la guinda con una actuación conjunta final que represente a Italia, mediante el Miserere a nueve voces, de Gregorio Allegri (1638), con la mayoría de sus componentes en las escalinata o aledaños del altar mayor y un escogido grupo de voces al fondo del templo, especialmente femeninas y sublimes, de la Schola Pueri Cantores de la catedral de Granada.
Un concierto que yo definiría, simple y llanamente, como “glorioso”, pues todos los presentes ascendimos a la gloria del canto vocal con unas voces infantiles que mostraron su inocencia y madurez musical, a partes iguales.
Tras las tiernas y sutiles sensaciones diletantes, llegó para pocos escogidos (entre los que me incluyo, gracias a la deferencia y magnanimidad de Andrea Pezzini y Javier Marín), un contundente y variado cóctel, en el Palacio del Gallego de Baeza, que nos acabó de transportar a otro estado de ánimo, diferente al que traíamos del concierto, pero también necesario, en el que escogidos y sabrosos alimentos y bebidas, conjuntados bajo la batuta de un buen y amable servicio y aprovechando una charla distendida, hicieron que el tiempo se detuviese y la noche, fresca en el exterior, se tornase cálida y amable en sus adentros. Me gustó mucho su techo tan mimosamente pintado y adornado.
Para la vuelta a Úbeda no hizo falta que pusiésemos la emisora nacional de música clásica que siempre solemos sintonizar en nuestros viajes, pues ya la teníamos grabada en nuestra cabeza con este glorioso y magnífico concierto de inauguración al que habíamos tenido la suerte de asistir en un lugar preferente; y con el añadido de que, cuando éste se acabó, dos simpáticas niñas, de la Schola Pueri Cantores de la Catedral de Granada, vinieron a ofrecerme un CD titulado Rosa sine spina, por un módico precio; y que por su simpatía, frescura y candor no me pude resistir y lo compré gustosamente, para escucharlo en la intimidad de nuestro hogar o coche cuantas veces nos apetezca.
Úbeda, 24 de noviembre de 2018.