Por Mariano Valcárcel González.
Vamos a ver si ejercemos un poco las meninges, que aseguro no duele el hacerlo (siempre que el ejercicio sea correctamente aplicado).
Aquí se han dado un batacazo de cojones unos que se creían que su mandato en nuestra comunidad se iba a prorrogar casi indefinidamente. Y que siendo así seguirían en el machito quienes ahora estaban o sus sucesores debidamente seleccionados a dedini de adecuación al mando y a la no disidencia. Así que la clase socialista (PSOE-A) se iría reponiendo cual se reponen sembradíos y cuarterones en las huertas, pimpollos que según la estación irían retoñando de los mismos cogollos de siempre. Con alguna finta temporal (aquello de cohabitar con el difunto PA, por ejemplo, que se pudriría por esto mismo) hacia los que sabían meros compañeros accidentales. Pero las ocho andaluzas provincias bajo la blanquiverde esgrimida con donosura por los que a su sombra dejaron la roja. Todo iba bien y poco había que cuestionarse. Y demostrado queda que lo había.