Por Mariano Valcárcel González.
Es una verdadera lástima que vivamos en un país tan cerril.
No se entiende nada si no podemos machacar al contrario; no, nada de razonar, muchísimo menos dialogar… Estos verbos no se usan por nuestras tierras. De utilizarlos, daríamos muestra de debilidad, de rendición, y eso es algo que no cabe en nuestras mentes.