Por Fernando Sánchez Resa.
Estrenamos año, querida mamá, con la alegría de saber que, al fin, ha llegado tu onomástica y aniversario, cual regalado y merecido doblete, en el que se condensan tanto cariño y empeño. Y todo ello, gracias a que tus padres (mis abuelos), Antonio y Josefa, tuvieron el acierto y la obligación de ponerte el nombre de Manuela, coincidiendo milagrosamente con el día de tu nacimiento.