Por Jesús Ferrer Criado.
Algunos detalles muchas veces embarazosos y que probablemente no habían sido referidos jamás son ahora aireados ante toda la audiencia. El presentador les sonsaca queriendo hacer espectáculo de su azarosa biografía. Y es que al final, en televisión, la audiencia manda y hay que servir algo de carnaza al respetable (?), aunque parece que cada invitado puede establecer líneas rojas y temas o detalles de los que no se puede hablar. Por supuesto, se evitan nombres propios de cónyuges y otros afectados.