Cuerpo de élite

Salvador González González.

Trabajemos todo por mejorar nuestra imagen como andaluces.

Decía Blas Infantes, padre de la patria andaluza: «Hay que aprovechar esos periodos libres para reencontrar el río de la genialidad, fuerzas sociales culturales, para hacer del hombre andaluz, hombre de luz, como lo fue antaño, cuando fue capaz de crear un foco cultural como Tartessos e inundó el mundo occidental con la sabiduría de Al Andaluz».

Por contraposición, lo que dice ‑del hombre andaluz‑ Jordi Pujol, presunto corrupto por enriquecimiento, a base del 3% de mordida en algunas obras y contratos públicos, la visión que nos coloca en palabras de este, hasta hace poco padre del “catalanismo moderno”, hoy puesto en solfa por los propios suyos: «El hombre andaluz no es un hombre coherente; es un hombre anárquico. Es un hombre destruido; es, generalmente, un hombre poco hecho; hombre que, hace cientos de años, pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural mental y espiritual. Es un hombre desarraigado; es incapaz de tener un sentido, un poco amplio de comunidad. A menudo, da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría a Cataluña, e introduciría su mentalidad anárquica y pobrísima; es decir, su falta de mentalidad». LA INMIGRACIÓN, PROBLEMA: ESPERANZA DE CATALUÑA, EDITORIAL NOVA TERRA, BARCELONA, 1975 pág. 65, 67 y 68, Jordi Pujol Soley. Claro que podría decirse que, con su mentalidad, ha llevado a los catalanes a una fractura social que veremos en qué acaba.

Pero estos dos textos no tienen nada que ver con ello. Vienen a cuento de la película hecha en nuestro país y estrenada recientemente, “CUERPO DE ÉLITE”, dirigida por Joaquín Mazón, con reparto de María León, Miki Esparbe, Jordi Sánchez y Andoni Agirregomekorta, como principales actores. Comedia donde se intenta hacer reír con los tópicos clásicos que en España tenemos y atribuimos a los distintos ciudadanos de los diversos territorios que la conforman. Hasta ahí, nada que objetar. Es más; a mi entender, es hora de romper esquemas y, sobre todo, de tocar asuntos que, hasta hace muy poco, eran prácticamente tabúes el hablar de ellos: terrorismo, independentismos, etc., etc. (en la línea de 8 apellidos vascos). Y, en plan de humor, con lo que en cierta forma se normaliza y deja de tener esa carga visceral que a veces damos a estos temas. Lo que no es de recibo, y con este artículo me solidarizo con el acuerdo plenario que el ayuntamiento de Coria del Río ha tomado contra el diálogo, en la película, de poner en boca de la andaluza guardia civil en la película, interpretada muy bien en su papel por María León, es decir esto: «Que el único futuro laboral de las mujeres corianas es el de “meterse” a guardia civil o puta». El ayuntamiento de Coria del Río anuncia que la línea argumental de la película, y la libertad de expresión y el tratamiento humorístico no pueden justificar el insulto y el agravio hacia un pueblo y hacia sus mujeres; y es humillante que sirva para la chanza y la burla en el resto del Estado. Sus mujeres, como en el resto de las andaluzas, son profesionales de todo trabajo y amas de casa que buscan trabajo y aportan sus conocimientos y mano de obra a la sociedad. El ayuntamiento de Coria del Río anuncia que tomará las medidas y acciones oportunas para devolver la dignidad que la película pretende arrebatar al municipio. El alcalde de Coria, Modesto González, quiere hacer constar que el Consistorio «como representante de todos los corianos, no va a consentir que manchen la imagen de Coria del Río en general y de la mujer coriana en particular, enterrando su presente y su futuro, máxime cuando el municipio está remontando y tiene grandes expectativas, avanzando e impulsando su economía, la creación de empleo y la consolidación de su imagen internacional». En circunstancias normales, el éxito de una película española con actriz andaluza como protagonista de la Guardia Civil de Coria, constituiría un orgullo como andaluz, como coriano, así como excelente promoción de la ciudad; pero, lamentablemente, se ha utilizado a nuestro pueblo para la chanza y la degradación, manchando su imagen y convirtiendo el fin en una ofensa hacia la mujer andaluza en general y hacia la coriana en particular.

Por mi parte, digo: «¡Ole, por el alcalde de Coria del Río, Modesto González!».

Moraleja de esta historia real, como la vida misma: si no queremos que nuestra imagen sea manchada con palabras de los presuntos salva patrias pujolistas o de estereotipos que nos denigran, pongámonos en acción, como el alcalde de Coria del Río, con la luz que habla nuestro Blas Infante, empleando la pluma en unos casos, la reivindicación en otros y, en definitiva, como andaluces orgullosos de nuestro pasado y deseosos de fraguar un presente mejor y, sobretodo, esperanzados de que entre todos podamos recrear una Andalucía próspera y respetada. Ojalá todos, codo con codo, nos dedicáramos a ellos en beneficio de las generaciones venideras.

bellajarifa@hotmail.com

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