Por José María Berzosa Sánchez.
Hernández comenta que es importante ver exactamente qué está pidiendo ella a Fernando: «We must not forget that Dorotea demands in her plea to Fernando to be recognized as a worth and rightful subject (as his publicly recognized wife) and not as the discardable object of desire she had become». (Rosalie Hernández, “Don Quixote’s Dorotea: Portrait of a Female Subject”. Hispanófila 135 2002: 21). Si ella fuera sumisa sin respeto a sí misma, no sería importante para ella si él la ve como a un objeto o como a una mujer con dignidad. Pero se puede ver que ella usa su inteligencia para recuperar: el respeto de la sociedad, el respeto de sus padres y su honor personal.
Como Dorotea, Marcela pelea por sus derechos y por lo que es suyo. Ella prefiere estar sola, sin hombres, para poder vivir libre en las montañas en vez de jugar el papel tradicional de la mujer que tiene que casarse cuando un hombre la desea. Ella no quiere ser la mujer que tiene que seguir las exigencias de un hombre. Ella quiere vivir su propia vida y no ser controlada por otra persona. En sus propias palabras, Marcela dice: «Yo nací libre, y para vivir libre escogí la soledad de los campos» (Miguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. I, 14). Según Marasso, Marcela debe ser llamada «La cruel Marcela» (Arturo Marasso, Cervantes. Buenos Aires: Academus, 1949. 47). ¿Por qué es ella cruel? ¿Porque ella no quiere vivir su vida como la sociedad dice? ¿Porque ella es bella y no quiere satisfacer los deseos de los que la admiran? Con el punto de vista de Neuschafer, él dice que, al contrario de los hombres, ella puede controlarse a sí misma: «Los hombres no saben controlar sus pasiones mientras que las mujeres son capaces de conservar la sangre fría y obrar racionalmente» (Hans-Jorg Neuschafer, “La ética de El Quijote: función de las novelas intercaladas”. Hispania 85. 2 2002: 256). Ella es independiente y fuerte, pero el episodio tiene importancia por otra razón: la mujer posee el derecho de la voz. El lector puede escuchar la historia de una mujer contada por ella misma. Ella tiene una historia, una identidad, en vez de la mujer tradicional en la literatura, donde todas las mujeres son iguales y no tienen voz, ni cara, ni identidad. El Saffar dice que es interesante cuánto tiempo el narrador invierte para mostrar la historia de ella, haciendo de ella algo más que una persona bella: «The narrator of the Grisóstomo story devotes considerable time to a discussion of Marcela’s childhood and upbringing. The effect is to humanize somewhat the mesmerizing figure that has so long held archetypal status in the pastoral and chivalric romances». (Ruth. El Saffar, Beyond Fiction. Berkley and Los Angeles: University of California Press, 1984. 61). Marcela es otro ejemplo de mujer en El Quijote, en el cual están usadas la inteligencia y la determinación para desafiar las limitaciones de la mujer en la sociedad.
Se puede observar en los personajes de Dulcinea, Dorotea y Marcela cómo Cervantes estaba más adelantado que otros autores de su época en cuanto al tratamiento del papel independiente de la mujer. También con la creación de estos personajes, Cervantes da una cara, una voz, una identidad a la mujer, imagen contraria a otras obras literarias del mismo momento. La mujer no es algo intangible, un sueño fantástico, sino una mujer real que tiene la conciencia para escoger cómo será su vida, y no cómo la sociedad dice que será su vida. Las mujeres representan esperanza, amor y la habilidad de escoger qué quieren en la vida. Por ejemplo, Dorotea es una mujer que prefiere dejar a su familia y su riqueza para vivir sola sin control del hombre. Y también hay otras mujeres que no hemos examinado, pero que no son de menor importancia, como Lucinda, quien prefiere suicidarse en vez de casarse con alguien que no ama. Está también Zoraida, que deja a su padre y su tierra para vivir una vida cristiana; y Camila, que hace un mini‑drama enfrente de su esposo para mostrarle su amor en su juego. Después de todos los ejemplos, críticos e informadores del feminismo en la época de El Quijote, se puede ver que la mujer para Cervantes tiene más valor que lo que otros autores han dicho antes en sus obras literarias.