Por Pedro Pablo Vico Robles.
¡Maravilla de mar!
¡Olas tan bravas!
Y ese azul intenso, portentoso,
que exhala belleza en nuestro rostro,
en la tarde violeta y perfumada.
Rizadas, las olas se estremecen,
batiendo las alas las gaviotas;
la mar es un vals en hora bella
al compás de notas tan preciosas,
cuando el sol, naranja, ya se aleja
tornado en acuarela prodigiosa.
¡Olas!, murmullo,
azul y espuma…;
brisa del mar,
de verdes plantas,
adornado arenal…
¡Maravilla de mar!
Su luz y encanto
es halo de sirenas
que arroba tanto…
Entre agua y arena
voy caminando;
la mar suena, movida…,
en dulce canto.
Soñando con quimeras,
alegre, paso…