Por Salvador González González.
A petición de un compañero, comparto con los lectores algunas reflexiones que en estos momentos me hago.
Recuerdo, aunque estoy seguro de que todos conocen que la palabra democracia viene del griego, de una palabra compuesta por demos, que significa ‘pueblo’, y kratos, que quiere decir ‘gobierno’; por tanto, literalmente quiere decir eso, ‘gobierno del pueblo’. Por ello, en síntesis, democracia es un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a elegir y controlar a sus gobernantes. Por tanto, a tenor de las clasificaciones que ya hacían Platón y Aristóteles, ni es un gobierno aristocrático (gobierno de los mejores o de unos pocos), ni mucho menos autocrático o monárquico (gobierno de un sólo sin contar con el pueblo).