Virgen de la caridad

Por Pedro Pablo Vico Robles.

En la tarde de abril,

verde y risueña,

alzamos a la Madre,

la Virgen Bella

entre varas de palio,

incienso y velas;

y al paso de su trono,

la gente reza…

¡Eres la Virgen guapa,

eres la Madre buena,

eres flor de lirio,

la más blanca azucena!

Tus hijos, que te aman,

te cantan,

zarandean,

te orlan

con piropos,

te aplauden

y vitorean…

Y a pesar de tu Amargura…

se acrecienta tu belleza.

Entre acordes de marchas,

entre el bello balanceo,

la Madre de Dios

camina

con una lluvia de pétalos,

terciopelos de colores,

palmas, emoción y versos,

y entre lágrimas recibe

de cada mirada… un beso.

pedrovico24@hotmail.com

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