Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.
Ramón Quesada nos mete en una maraña de vendedores callejeros. No es por casualidad, porque nunca ha ocultado su acusada deriva romántica, pero entre todo este laberinto de minoristas ambulantes se detiene en los expendedores de flores. Flores de todas clases, para todos los gustos, de todos los colores y para todos los usos. No le pasa desapercibida la florista, que destaca como la más bella entre todas ellas, «una jiennense de pelo negro intenso recogido en un moño con una cinta blanca en lazo». Lean, lean…