Haití

19‑01‑2010.
Haití y el mediocreyente:
¿Cómo es posible, mi hermano,
que haya un Dios omnipotente,
que todo, todo lo puede
y lo sabe de antemano?

 
 

¿No te han pintado a un pelele
que se le va de la mano
todo sufrimiento humano
o que de él se desentiende
y mira para otro lado?
 
¿No se habrán equivocado
en la pintura y ha sido
que nos dejó abandonados
y sin terminar, perdidos,
en este mundo malvado?
 
Yo creo en este abandono
y de ahí la mala suerte
del sufriente pueblo haitiano,
que sigue alzando la mano
a un dios, ciego ante la muerte,
mientras, del poder enanos,
mientras, ricos de la idea,
exhiben la panacea
de sus partidos y bancos.

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