28-11-2009.
Me vais a perdonar que no asista a esa venturosa comida celebración. Cuánto lo siento, pero mi dichosa cintura, y eso que no vais a bailar, se me ha negado a estar entre vosotros, como a mí me hubiese gustado, pues la charla y el yantar habrán sido gloriosos, espero… ¡¡Mandadme muchas fotos, pues así saborearé vuestros buenos momentos, vividos con alegría y donaire…!!
El grupo de trabajo, antes de la comida del día 19 de noviembre en el Museo Agrícola.

Allí, en el portentoso Hospital de Santiago, fue nuestro primer y proverbial encuentro. No sabíamos aún los buenos años que nos quedaban por caminar juntos, recorriendo el mismo sendero en agradable compañía…
Nuestro Grupo de Trabajo ha sido como el río Guadiana que siempre llevaba caudalosa agua en su interior, aunque en algunas épocas se ocultase bajo la tierra con el fin de brotar con nuevos bríos… Ha sido un grupo de personas variopinto, pues estaban representadas bastantes sensibilidades políticas, religiosas, de vida particular y profesional…
Juana M.ª, leyendo mi discurso.

No hubo distinciones si se era director, jefe de estudios o secretario, aunque abundasen más los directores o directoras saladas, que algunas ‑o bastantes‑ había. Las féminas siempre aportaron su dulce mano en todos los temas o asuntos que tratamos. La secretaria perenne siempre nos hizo más fácil el trabajo y el encuentro, aunque la del primer año, Vicky, bien que nos la jugó, a alguno, que por no poder ir el último día del curso a firmar ‑pues las firmas las echábamos todas juntas y el último día, que no se entere nadie…‑, porque teníamos en el Colegio de la Trinidad reunión con el inspector Felipe García Mino para el crucial tema de la escolarización, a algunos nos dejó en la estacada y pasamos, a efectos del CEP ubetense, como si no hubiésemos venido en todo el curso… En fin, al final todo se perdona y se ve con perspectiva de pasado, extrayéndose lo positivo, los buenos ratos que nos proporcionamos mutuamente… y más, cuando cogió las riendas del grupo de trabajo, hasta el final, nuestra querida “parvulista” de Jódar, Juani Vílchez Cejudo, destacada en muchas lides educativas y pedagógicas que siempre podremos comentar…
Juana Vílchez, Juana M.ª y Matías.

Las diversas comidas celebradas en el Museo Agrícola, rodeados de las más campesinas herramientas; en el Rosaleda de Don Pedro y su fabulosa tanda de chistes en los postres; en el Hotel Ciudad de Úbeda, con su coqueto comedor invernadero junto al verde patio; y la del Antique, donde alguno se quedó con tanta hambre como Antonio, el director de Chilluévar, que pedía le echásemos una foto para certificar a su mujer, cuando llegase a casa, que su gazuza era cierta, pues había comido bien poco…, nos unieron aún más. Y ahora es también el momento de recordar esas meriendas que nos proporcionábamos en Alejo u otros bares aledaños, para que la tarde ubetense fuera aún más provechosa, así como las compras particulares que muchas hacían, matando de esta manera con un tiro varios pájaros…, pues no sólo del saber vive el hombre y… ‑como dicen ahora todos los políticos‑ la mujer…
En definitiva, todo fue bonito pues, aunque unas veces estábamos unos, y a otros cursos algunos no nos apuntábamos ‑debido al desenfreno vital que esta sociedad alocada nos marca, además de que estamos todos encuadrados en una familia a la que debemos tanta dedicación y entrega…‑, hemos constituido un grupo de trabajo atípico pero compacto, en el que se han trenzado tantas encuentros empapados de emociones y sentimientos, teniendo por bandera el más puro agradecimiento y la más límpida y desinteresa amistad, que siempre la llevaremos impresa todos nosotros, tanto en el corazón como en la memoria individual y colectiva.
Matías, agradeciendo los regalos.

En nuestro grupo hay de todo: escritores de pro como Pedro Martínez García, articulista y corresponsal del Diario Jaén en su amada Canena, crisol de cultura y bien escribir que, además, exporta su sabiduría profesional al competitivo y vecino pueblo de Rus, sin tener en cuenta la rivalidad propia de dos pueblos tan cercanos…
Matías, Jerónimo, África y Guillermo.

Pedro Martínez, Pedro Martos y Gabriel.

Y África, esta secretaria tan eficiente, tan buena persona, tan afable, que ha sabido simpatizar con este grupo de trabajo, al igual que si hubiera caído en otro, pues su sensibilidad extraordinaria y su parla calma y cálida son las que tienen el mérito de conectar con todo ser vivo que se ponga a su alrededor para intercambiar, como dos vasos comunicantes, su sabiduría vital, sus ganas de vivir, su alegría sencilla franca y desbordada…
No os digo adiós amigos, sino hasta siempre, pues han sido unos años gozosos, los vividos con todos vosotros y, como todavía seguiremos viéndonos y saludándonos en reuniones profesionales, actos culturales o paseos cotidianos por esta capital de La Loma, nuestra Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, que tanto amáis todos, os envío un abrazo, muy fuerte, en la fundada y enhebrada amistad que hemos trenzado durante todos estos años, que se nos han ido entre las manos… A todos vosotros, y a los que, sin querer, olvido, aunque hoy nos despidamos os digo: ¡¡Hasta siempre queridos amigos y compañeros!! ¡¡Qué seáis muy felices y dichosos, y que la salud os acompañe siempre en vuestra dinámica y otoñal vida!!
¡¡Adiós con el corazón que con el alma no puedo…!!
Úbeda, 19 de noviembre de 2009.