El cementerio Père Lachaise

29-11-2009.
Este tiempo infinito
en medio del silencio,
ceniza y mandarinas en tus ojos,
con la solemne ofrenda
de estar bajo la lluvia
bordada en los castaños…
Este silencio, escucha, es una herida
blanda, ribeteada
de nombres y hojas secas.

Este tiempo cuajado
de tiempos diminutos,
edades, contratiempos,
contradanza y disturbios,
y otra vez más memoria
y tiempos repetidos como un rezo,
una oración ceniza y mandarinas,
lo mismo que tus ojos…
Este silencio, escucha,
es una muerte larga
con encaje y pan ácimo
y un collar de seis vueltas,
infinitas, con nombres,
edades, vanagloria
y la humedad bordada en los castaños.

Deja una respuesta