22-12-2008.
MANZANAS PARA EVA BARDOT
Así, como de espaldas,
la fruta tiene el fuego
de la espada del ángel
que habitó en el Edén.
Eva Bardot se ofrece,
detenida en su jugo
de manzana prohibida
‑carne y pulsión‑, desnuda
somnolencia de seda
que no es piel sino lluvia
de oro libre y aceite
de magnolia argelina.
Cuando la edad sucumbe,
la fruta entre las sábanas
se deshace en olor,
en huella adivinada,
como una mancha tibia.
Así, como de espaldas,
Eva Bardot se oculta
en un jardín de sombras.
☺