02-07-07.
Seguro estoy de que os acordáis del Salón de Actos de la Safa por su magnífica presencia y capacidad. Sin embargo, tiene tres enormes defectos: uno, que los actores no tienen entrada independiente, por lo que su preparación artística necesita un tiempo “inmemorial” tras el telón de fondo; otro, que los actores no poseen cuartos propios para arreglarse, pintarse o aligerarse; y el último, que el citado salón no disfruta de calefacción ni de aire acondicionado. El padre Ciganda SJ tuvo que crearlo bajo la pesadumbre económica de la escasez y el resultado fue desequilibrado: pompa y miseria.