El seminarista

01-07-07.
Me desperté sobresaltado.
¿Había gritado yo o lo habían hecho otros? Me di cuenta de que el sobresalto obedecía no a un grito, tal vez realmente producido, sino a un fuerte dolor que me subía del brazo izquierdo.
Estaba oscuro, muy oscuro. Y silencioso. Sabía que era una cama donde me encontraba tendido por las sábanas que me cubrían, por la profundidad de la almohada. Y, posiblemente, en un hospital, pues olía fuertemente a desinfectante, a yodo. El dolor también provenía de la cabeza y del pecho. De todo el cuerpo. El brazo estaba inmovilizado y cubierto de vendas rígidas, pero el más leve movimiento me producía un sufrimiento mayor que el anterior.

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Nuevos premios

29-06-07.
Hoy he recibido dos libros de Manuel Jurado López.
Café Zimmmermann ha sido reconocido como el XI Premio de Poesía “José de Espronceda” Ciudad de Almendralejo 2006.
Y En cielo ajeno lo ha sido del IX Premio de Poesía Eladio Cabañero, Certamen Literario Ciudad de Tomelloso.
Con este material, podremos prolongar el contenido de nuestra página web. Porque es vuestra colaboración la que le da sentido y fuerza a nuestra Asociación.

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El rescate

23-06-07.
Acudimos en cuanto estuvimos listos.
Un sargento, tres camilleros y yo al mando. Empujando aquel carretón con ruedas, que había servido para trasladar a tantos desgraciados (y que seguiría sirviendo, para catástrofe de todos, aunque yo no lo sabía). Corrimos calle abajo, traqueteando, vibrando el maldito carro‑camilla en las piedras brillantes, lisas de la calzada.

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Retorno

21-06-07.
Carrión de los Condes. Viejo y noble solar. Un río espléndido vierte frondas y riqueza en su vega y entornos. Tan pródigo es que hasta su nombre cede al poblado.
Allá, de la mano de Dios y por propia voluntad, acudió Burguillos a probar fortuna en los negocios de Dios.
Todavía la semilla que los hijos de San Vicente sembraron en él era viable. Ya entonces era dado a deshojar margaritas. Recordaba aquel encuentro con el padre Pano, allá en Murguía, año de 1935. Fue clarificador entonces. Por el hecho de hallarse contento, bien acogido en la Apostólica, con buenas notas y buen comportamiento, parecía clara su vocación.

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Las marismas

19-06-07.
TODAVÍA LA TARDE ERA UNA CASA deshabitada; sin manteles
ni sábanas. Ni siquiera las bandadas de ánsares cruzaban
las marismas en silencio, mecidas, verdes y olorosas, frente a
la ventana abierta. Una casa sin muebles ni visillos
ni cortinas; sin libros de aventuras en el velador bajo
el quinqué de plata, ni copa con restos de coñac y besos fríos

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Reconocimiento al mérito educativo

El próximo 22 de junio de 2007, a las 7 de la tarde, en la nueva sede de la Diputación de Málaga, se reconocerán los desvelos que Diego Rodríguez Vargas tiene por la enseñanza y, en concreto, por su contribución en la innovación y experimentación pedagógica.

 

Parece que a mis 58 añitos, mis jefes me quieren reconocer mis desvelos en esta dificilísima profesión de maestro. Y como me gustaría tomar una copa para celebrarlo con mi familia y mis amigos, os invito al acto el próximo día 22, a las 7 de la tarde, en la nueva sede de la Diputación, junto al Centro Cívico, en el Paseo Marítimo de Poniente.
Os espero. Dicen que el acto será entretenido, con nuevas tecnologías y esas cosas raras para los de mi edad. También me aseguran que la copa estará bien acompañada.

 

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A modo de obertura

La catástrofe más grande que le puede suceder a cualquier país es la guerra.
La guerra acaba consumiendo todas las energías de todos los que intervienen en ella. Degrada a los hombres, envilece las instituciones, destroza los recursos. Los efectos de la guerra no son comparables, no son justificables, con los fines pretendidos. A menudo estos fines son fútiles, inconcretos, injustos y de poca altura.

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A tientas

09-06-07.

De golpe envejeció la primavera.
De golpe mi jardín se puso umbrío,
y hasta la firme undosa enredadera
quedó desorientada por el frío.
A. Lara.
Los inviernos, largos, interminables, penosos. Pero con su pequeño contrapunto espectacular. Los árboles, espinos, jaramagos se enjoyaban con polvo de estrellas. Y las calles del pueblo, todas, a derecha e izquierda, amanecían con estalactitas de cristal. Pendían de las canales y eran tan largas que, a trechos, dificultaban el paso por las rudimentarias aceras. Los humeros de todo el pueblo fumaban sin descanso. Crudos inviernos de posguerra… Inviernos de estrecheces, frieras y sabañones. Inviernos que les apelotonaban pegadicos a la chimenea, o al ruedo de una camilla con brasero.

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¡Gracias, mamá y papá, por este regalo!

Hoy en día estamos comprobando que la jubilación es más genuina que el casamiento ya que aquélla se realiza sólo una vez en la vida y éste, con los tiempos que corren, se puede y suele repetir varias veces, pero con distinta pareja… Mas en vuestro caso esto se conforma de una manera muy especial pues lleváis tres bodas con la misma persona, ¡menudo reto para las nuevas generaciones que seguramente habrán de rebajar el número de años para acceder a las bodas de plata, oro, platino, diamante…!

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