«Tempus fugit»

19-04-07.
En el año 1966, ejerciendo de maestro en Madrid, en el barrio de El Batán, tuve necesidad urgente de dinero para la compra de una Lambretta (25 000 pesetas ≈ 150 €), porque el suburbano, el metro y el autobús que me llevaban al centro de la capital me producían claustrofobia. Era mi segundo curso de maestro de Primaria, en El Hogar del Empleado, y apenas si llegaba a fin de mes con lo que cobraba (unas 5 000 pesetas ≈ 30 €). Mis padres no me podían ayudar y recurrí a Jesús María Burgos, mi amigo, para que me sacara del agobio. Le dije que le iría devolviendo el préstamo. No me respondió. Entendí que no era tan amigo, como yo creía, y desconecté de él.

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