Recuerdos con sabor safista

13-09-06.
Aparecían en el claro y diáfano horizonte de la sierra segureña las primeras nubes del otoño. Atrás quedaba el largo y nervioso verano de 1956 y con él una de las etapas más interesantes de mi vida. Se cerraba la puerta de mi escuela unitaria donde recibí cariño, comprensión, estímulo y aprecio de mis maestros y la amistad y compañía, siempre alegre y cercana, de mis compañeras y compañeros. Finalizaban mis caminatas diarias Valdemarín-Orcera, ida y vuelta, estudiar a la luz del candil, el trabajo del campo, la huerta, los animales… Cambiaría mi entorno bucólico y libre por los muros de un internado y el acatamiento de una férrea disciplina.

Continuar leyendo «Recuerdos con sabor safista»