Volver una vez más

Ayer mismo hablé con mi hijo Diego sobre la importancia que tiene para mí volver, una vez más, a Úbeda. Le sorprendía tanta ilusión por un viaje habitual para nosotros, ya que varias veces al año nos damos una vuelta por Bedmar y Linares.
‑Fueron aquellos años de una intensidad irrepetible‑, le dije‑. A todos los que volvemos nos marcó el modelo educativo en el que crecimos. Compartimos miedos, éxitos, fracasos, despedidas dolorosas de amigos expulsados, balsámicos confesionarios de imaginarios pecados, estudios nocturnos en las gélidas noches de invierno, alarmantes noticias de misiles en Cuba, soledad, silencio, filas, disciplina, Rosario la cortijera un domingo a las siete de la tarde, misas, meditaciones, chatos con papas bravas al anochecer, Dos mujeres o Esplendor en la hierba, sotana en la puerta del Ideal Cinema, que más bien parecía la Gestapo; tardes de primavera, amaneceres marianos, sueños de libertad…

‑Ocho años influyeron más que toda una vida ‑continué justificando mi extraña ofuscación‑. Por todo esto, merece la pena volver. Pero, además –continué-, reencontraré a mi padre espiritual, Jesús Mendoza, a queridos profesores como Sebastián López o Stephan de Vos; a compañeros de mi decisiva etapa de Linares, Juan Cabrerizo, Paco Herrera y Juan Acosta; de mi fugaz etapa de Écija, Antonio Cuadros, Paco Moreno y Juan Vera; de Cádiz, Blas Velasco y Francisco González Chamorro; de Málaga, mi amigo Pablo y, quizás, del Puerto de Santa M.ª, que no estoy seguro si vendrán.
‑Con mis compañeros de curso Paco Fernández, Manolo Quesada, Pepe del Moral, José Jiménez, Enrique Hinojosa, Juan Torres, Antonio Pedrajas… y mi Anidos. Oiré a Dionisio alguna historia de la Safa, aplaudiré el merecido homenaje al Sr. De Vos, conoceré a Pertíñez, con el que coincido en inquietudes marroquíes, felicitaré a Verdera por su gracia gaditana en el Rincón del Café, y cataré el mejor vino de la bodega de Ballesta, que con tanto empeño lo ofrece.
‑¿Son razones suficientes para hacer unos kilómetros?
‑Por si es poco, oiré la conferencia La educación en el siglo XXI de Sebastián Rodríguez Espinar, catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona y excelente compañero en aquellos difíciles y memorables tiempos de nuestro mítico Colegio de Úbeda.
‑Será un encuentro breve, fugaz como un chubasco de primavera, pero habrá merecido la pena.
‑Hasta puede que Berzosa, nuestro presidente, nos cante “Cuando calienta el sol”, que nadie le censurará el atrevimiento de aquella excitante letra“aquí en la playa, siento tu cuerpo vibrar cerca de mí”.
-Allá tú –me contestó mi hijo‑. Los de tu época sois un poco raros.
Entonces, recordé lo que escribió en Tanteos nuestro compañero José M.ª Ruiz Vargas, catedrático de Psicología de la Memoria: “Somos lo que somos gracias a nuestra memoria. Volvemos a nuestro Colegio porque necesitamos reconstruir nuestro pasado… Cada uno busca en esta Casa quién fue aquél niño de ayer”.
Por cierto, ahora me doy cuenta de que mi memoria está llena de vida; pero, cada vez más, olvido las pequeñas cosas. ¿Será que me estoy haciendo mayor?
Por si las moscas, procuro vivir intensamente. Sigo disfrutando de la escuela, investigando en la universidad, escribiendo artículos, participando en el Ateneo de Málaga, dirigiendo teatro y colaborando en Interreg como miembro de la comisión de la Unión Europea.
Tengo tres grietas en la terraza de mi cuerpo y un grupo sanguíneo incompatible al de la transfusión que me hicieron… (Se salva uno de mil, según las estadísticas. Yo soy ese).
Quizás mi literatura no sea tan creativa como la de Pablo Utrera, Pepe del Moral, Dionisio, o Jesús Burgos, a quien envío un abrazo en su obligado retiro. Mi literatura es sencilla, honesta, coherente con mi forma de ser.
Lo que relato en los libros que escribo puede que a alguien, en algún lugar, interese. Y pensé que ese lugar podría ser éste. Así que os traigo mi última publicación, un extraño libro, mitad en castellano, mitad en árabe.
No os costará nada más que las gracias, o ni tan siquiera eso. Yo soy quien debe agradecer que lo aceptéis… si es que tenéis intención de leerlo.
Lo he llamado Al son de una casida, y me gustaría deciros por qué lo escribí.
Desde que trabajo en Interreg, me he interesado especialmente por la inmigración ilegal, el terrorismo islamista, las relaciones con los vecinos del Sur, la comunidad musulmana de Málaga…
Algunas reflexiones sobre la inmigración ilegal
  • Los países ricos, que no tuvieron escrúpulos en colonizar y explotar, deberían volver a sus antiguas colonias para ayudarles a salir de la nueva esclavitud. En cierto modo, somos causantes de la pobreza en que se encuentran: privados de alimentos, sitiados por el hambre y condenados prematuramente a la muerte.
  • El tercer mundo tiene hoy una peligrosa ventana abierta al bienestar de Occidente: la televisión. Los jóvenes del África subsahariana huyen de la guerra y la miseria recorriendo tres o cuatro países hasta llegar a la puerta de Europa, que es Ceuta y Melilla.
  • Marruecos sufre, aún más que nosotros, este problema, añadido a su situación de pobreza. Ni pueden detener los movimientos migratorios del Sur, ni pueden absorber a los inmigrantes que llegan a su territorio. Si poner puertas al campo es difícil, imaginaos al desierto.
  • La tragedia del sueño mortal no cesa: 4 000 inmigrantes apresados en pateras en 2004. Treinta mil esperan asaltar nuevamente las vallas de Ceuta y Melilla.
  • Cada vez hay más menores que quieren huir. Se lanzan a recorrer el mundo en busca de otra realidad que los aleje de la suya.
¿Soluciones?
Ya lo dijo la ministra de Asuntos Exteriores marroquí: “la única solución a las pateras está en el desarrollo a través de la cooperación”.
La Unión Europea, consciente de esta peligrosa situación, ha decidido llevar a cabo políticas de cooperación y desarrollo en los países limítrofes, con la esperanza de atajar el problema en su origen. Nosotros ‑Interreg III-A‑ sólo nos dedicamos al desarrollo cultural del Rif.
Pero el origen no está en Marruecos. Está mucho más lejos. El problema es toda África, Iberoamérica, India… Las soluciones tienen que ser globales en el marco de Naciones Unidas.
Otro de los aspectos que han despertado en mí un interés especial ha sido el terrorismo islamista:
Mil radicales islámicos podrían cometer atentados en España, como cumplimiento imperativo religioso de la yihad. En ocasiones tienen estudios universitarios y prácticamente todos hablan correctamente castellano y han tenido éxito en su proyecto migratorio.
Expertos en terrorismo (datos del Ministerio del Interior) calculan entre 15 y 30 los ataques extremistas similares al de Madrid o al de Londres que se han frustado en Europa en los últimos cuatro años.
La relación España-Marruecos no es menos preocupante.
De las 2 050 embarcaciones que componen la flota pesquera andaluza, 180 barcos tuvieron que dejar de faenar en caladeros marroquíes desde el año 2000 al fracasar el acuerdo pesquero entre los dos países.
La UE y Marruecos han cerrado el esperado acuerdo de pesca seis años después de que expirara el anterior.A partir del 1 de marzo de 2006, unos 100 barcos españoles se beneficiarán del acuerdo, frente a los 396 que lo hacían hasta 1999.

 

Los musulmanes en Málaga
En Málaga hay un colectivo discreto, de entre 30 000 y 50 000 musulmanes. Y se sienten observados. Los dos mil fieles que suelen acudir a rezar a las diez mezquitas de la provincia de Málaga son en su mayoría sunita. Según los testimonios recogidos, los pocos chiítas y saudíes o kuwaitíes están en Marbella. La mayor parte de los imanes de las mezquitas malagueñas son marroquíes y dirigen la oración en árabe. Entre sus fieles hay no pocos subsaharianos.
Estas y otras razones justifican los programas de desarrollo promovidos por la Unión Europea que, vuelvo a repetir, son insuficientes ya que el 0’7% del PIB queda aún muy lejos.
El libro
Después de tres intensos años trabajando en la comisión del Ateneo, decidí escribir una serie de relatos, algunos de ellos publicados en la prensa malagueña, con el fin de acercar más nuestras culturas, objetivo de nuestro programa.
Ecos remotos, presentes y futuros configuran las tres partes del libro.
En los ecos remotos pretendo dar una visión positiva del pasado común, centrándome en Al-Ándalus y en Anual, para superar nostalgias y enfrentamientos. También hay relatos sobre antiguos residentes españoles en el Protectorado.
En los ecos presentes intento difundir experiencias de cooperación solidaria de personas que dedican su tiempo a ayudar en situaciones de extrema pobreza. Así como denunciar la corrupción en torno a las pateras y al tráfico de cannabis, sacando a la luz muchos datos que en Marruecos se desconocen por falta de información.
En los ecos futuros, elogio la belleza de sus tradiciones, como las bodas y otras celebraciones, la conservación de sus medinas… Y aplaudo las medidas que el nuevo monarca está legislando:
  • La reforma del Estatuto de la Mujer en defensa de la igualdad.
  • La creación del comité de Equidad y Justicia para indemnizar a las víctimas por las violaciones de los derechos humanos bajo el reinado de Hassan II.
  • La legalización de asociaciones marroquíes de ayuda a niñas esclavas y jóvenes madres solteras.
  • Los convenios entre sindicatos de nuestros dos países para luchar contra el analfabetismo…
Tres datos muy significativos en el lento progreso de la igualdad de la mujer
1.     En el año 2003, Asma Chaâbi fue elegida alcaldesa de Essaouira, una localidad próxima a los 50 000 habitantes, convirtiéndose en la primera mujer de la historia de Marruecos que consigue presidir un Ayuntamiento.
2.     También en Tetuán, Fatima Zohra es vicepresidenta de la Comuna, única mujer de la corporación municipal.
3.     Como ellas, otras mujeres están ocupando puestos relevantes en las administraciones públicas, como las 35 diputadas del Parlamento, que comparten la actividad política con 290 diputados varones.

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El escritor norteamericano Richard Ford decía que una historia es buena cuando se sale de su lectura mejor equipado para la vida.
Al son de una casida es un libro para leer en poco tiempo (130 páginas traducidas al árabe) que pretende llegar a todos los niveles de nuestros países como herramienta en la construcción del espacio cultural que pretendemos.
No es fácil nuestra misión. Hay muchos recelos ante el peligro de que los actos culturales se conviertan en actividades subversivas contra el régimen.
Pido disculpas por las erratas y errores ortográficos que encontréis. Justo cuando lo terminé y debía corregir antes de entrar en edición, una inoportuna operación de vesícula y otros problemas familiares no me dejaron rematar la faena.
De cualquier forma, estos sencillos relatos, que hoy quiero compartir con vosotros, son un canto a la paz, al hermanamiento, a la cooperación, a la justicia social…
Un ideal inalcanzable, una utopía necesaria, que nos hace seguir adelante, aún conociendo los molinos de viento que nos encontraremos.
Sólo esa es nuestra misión, que no es poco.
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Nota de José María Berzosa Sánchez
Presidente de AAM-SAFA

 

Juan José Ponce Sánchez, presidente de Interreg III-A, acompañó a Diego e hizo una interesante presentación de su labor en el entorno marroquí. Gracias a su decisión, nosotros hemos podido disfrutar del libro Al son de una casida. Como presidente de nuestra Asociación, le doy las gracias en vuestro nombre y en el mío.
 
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Publicado en: 2005-11-04 (53 Lecturas).

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