Holas alcalaínas

18-09-06.

 

También pasaba por este Rincón (tengo promesa) y aprovecho para decirle a Pepe del Moral que su artículo, “Carta con retraso y dirección incierta”, me ha hecho reflexionar.

Estos días tan atareados para mí (como padrino de boda), cuando la agenda se llena de teléfonos, tareas, encargos, etc.; cuando el colegio es un todo empezar, un sinvivir de cambios y novedades…; cuando te dejas arrastrar por fiestas y ferias de fin de verano y otoño naciente; cuando aún recuerdas el agua salada del mar (y las cañas de beber y las cañas con los espetos de sardinas, y…); entonces viene Del Moral y escribe un 15 de septiembre:

…pero un día sonrió a un niño, y el niño aquel, que luego se hizo panadero, la guardó en su alma, y todo el mundo disfrutaba los panes del panadero como especiales, sin saber que tenían una sonrisa dentro.
Y aquí es donde me senté -como no hacía en mucho tiempo- y a mí, que no me río de nadie pero sí de todo (o de casi todo), me dio por pensar en esas tonterías de la sonrisa, de los niños, del maestro y de la vida…
Fue entonces cuando empecé a tachar agenda y a dibujar castillos, mientras limpiaba mis empañadas gafas…
Querido Pepe: que sepas que tienes obligación por ley divina de escribir cosas así, tan profundas y tan humanas, y que, si no lo haces, alguien te pedirá explicaciones.
Querido Paco Fernández: que m’alegro de leerte en este Rincón y que te agradezco tus archivos de correo.
Y Berzosa: estoy (estamos) deseando leer que por fin has podido enviar a Pablo Utrera todos los currículos y que pronto publiques el orden del día de la Asamblea; que este amigo Aranda no hace más que ponernos los dientes largos.
Enga, que ya sólo falta un mes de 31 días.

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