Canciones con historias – 8: My way. La mejor versión

Canciones con historias – 8: La mejor versión posible: “My Way

Paradojas: la canción más famosa de Frank Sinatra ni era suya, ni fue escrita para él, no le reportó ningún éxito de superventas y ni siquiera le gustaba.

Paul Anka, de vacaciones en Francia, oyó en Téle Dimanche cantar a Claude François su canción “Comme d’habitude” (‘Como de costumbre’) y se empeñó en comprar sus derechos en inglés.
Una vez obtenidos, no se limitó a traducir la letra, sino que creó una historia distinta: en vez de un retrato dramático del tedio de la vida conyugal, del paulatino alejamiento de una pareja que hace el amor «como de costumbre» – por cierto, los franceses siempre entendieron que se refería a la cantante France Gall, una de las (muchas) mujeres que compartieron cama con François- retrata a un hombre de avanzada edad, ya cercano a la muerte, que mira satisfecho el acontecer de su vida mientras relata algunos de los aspectos más relevantes de ésta a un amigo que lo escucha atentamente sentado a su lado, y la tituló “My way”.
Paul Anka y Frank Sinatra eran compañeros en los circuitos de conciertos por salas de fiestas y casinos, y tenía el compromiso de escribirle alguna canción. En una cena en 1969 Sinatra dijo que estaba cansado y que pensaba dejar su carrera. En ese momento Paul Anka le ofreció la canción como himno de despedida. En el mismo local improvisaron unas estrofas al piano y Paul Anka se dio cuenta de que había acertado plenamente, y que era mejor que su propia versión. Incluso modificó algunos versos para resaltar el perfil de ser un tipo duro, que decía frases como “Sí, hubo veces, / seguro que lo sabéis, / que mordí / más de lo que podía masticar, / pero durante ese tiempo, / cuando había dudas, / todo me lo comí / y lo escupí, / me encaré con todo / y no me hundí, / lo hice a mi manera” El propio Sinatra se dio cuenta de que la canción le beneficiaría pues potenciaba su imagen de gran vividor, capaz de ponerse el mundo por montera, aparte de darle una gravedad que había perdido con canciones banales en los dos últimos años.

“And now, the end is near, /And so I face the final curtain.
My friend, I’ll say it clear, /I’ll state my case,
Of which I’m certain.

I’ve lived a life that’s full,
I’ve travelled each /And every highway.
And more, much more than this, /I did it my way.”

 (“Y ahora, el final está cerca, /y entonces me enfrento al telón final.
Amigo mío, lo diré sin rodeos, /hablaré de mi caso,
del cual estoy seguro.

He vivido una vida plena, /he viajado por todos
y cada uno de los caminos.
Y más, mucho más que esto, /lo hice a mi manera”)

Se convirtió en la canción característica de Frank Sinatra pero realmente él no podía soportarla, incluso dijo que la odiaba. En sus últimos años, describió la canción como «un éxito pop de Paul Anka que se convirtió en una especie de himno nacional«. En una entrevista en el 2000 en el programa de la BBC Hardtalk, su hija Tina dijo: «Él siempre pensó que esa canción era egoísta y autoindulgente. No le gustó. Esa canción se le quedó pegada como un chicle en el zapato y no podía despegársela«. En Estados Unidos fue un éxito bastante modesto en las listas (solo llegó al nº 27). En el Reino Unido, sin embargo, fue un superventas, incluso reingresando a las listas seis veces entre 1970 y 1971. Tiene el récord de permanencia más larga en la lista y se convirtió en un éxito en los conciertos. También fue el último Top 40 de Sinatra en Estados Unidos hasta 1980, cuando regresó con «New York, New York».
Otra anécdota es que Hill Miller, su pianista habitual, no pudo grabarla porque se había cortado la mano con un vaso de cristal en una monumental juerga con Sinatra. El que solía dirigir la orquesta, Lou Levy, asumió el cargo de pianista de esta canción y Miller dirigió la orquesta (con una mano vendada) en la grabación.
Aunque intercambiaron cumplidos, Claude François nunca llegó a conocer a Sinatra. El cantante francés le precedió en morir: tras superar misteriosos intentos de asesinato, falleció tontamente en 1978, electrocutado mientras cambiaba una bombilla en el baño.
Desde luego, cuando Sinatra cantaba And now, the end is near / And so I face the final curtain” no se refería a las cortinas de terciopelo rojo de un crematorio. Sin embargo, en 2005 una encuesta realizada por Funeralcare colocó esta melodía como la más solicitada en los funerales en el Reino Unido.
El primer baile de Donald Trump como presidente de Estados Unidos fue con esta canción, en la noche de su toma de posesión de 2017, con su esposa Melania en el baile Liberty. Nunca se había visto a Trump bailar durante la campaña electoral, y con razón: es muy patoso en la pista de baile. Fue un desastre. Bailó poco, solo gesticulaba y saludaba, mientras Melania miraba al techo. A mitad del baile llamó a su vicepresidente, Mike Pence, para que lo acompañara con su esposa, Karen. Cuando le preguntaron a Nancy Sinatra qué pensaba de que Trump usara la canción respondió: «Bah, sólo recuerda la primera línea de la canción» (esa primera línea es «Y ahora, el final está cerca, así que me enfrento al telón final«).
La canción era una de las favoritas del ex presidente serbio Slobodan Milosevic, que la ponía a todo volumen en su celda durante su juicio por crímenes contra la humanidad.
El ex canciller alemán Gerhard Schröder la pidió para su despedida antes de la toma de posesión de Angela Merkel. Millones de televidentes vieron cómo se le llenaban los ojos de lágrimas cuando una banda militar lo despidió con esta canción.
Grandes artistas grabaron esta canción:  Aretha Franklin, Tom Jones, Dionne Warwick, Shirlie Bassey, Nina Simona, Elvis Presley, Julio Iglesias, Raphael, Celine Dion, Andy Williams…

Y otros marcaron gestas curiosas: un mes después de Sinatra, la cantante galesa Dorothy Squires lanzó una versión  que también fue un éxito en el Reino Unido y volvió a entrar en las listas de éxitos dos veces. Los Gipsy Kings grabaron una versión en español llamada «A mi manera«. Los Tres Tenores la cantaron en el famoso concierto en las Termas de Caracalla. Y hasta los reyes del Punk, los Sex Pistols, hicieron una versión descacharrante: ya se habían desintegrado, pero había que rellenar su LP y banda sonora de su película (que se titularía El gran timo del rock & roll). Así que cogieron a Sid Vicious, el menos dotado musicalmente del cuarteto, para que grabara My way. Fue un chiste: Vicious era grotesco al comenzar cantándola como un baladista pero luego aceleraba con los decibelios de un grupo de rock y se apoderaba del tema. La canción fue profética para Vicious: pocos meses después murió de sobredosis, como un suicidio de amor para «reunirse» con su novia, Nancy Spungen, a la que supuestamente había matado poco antes.
El mismo Paul Anka grabó su propia versión, así como cuatro duetos diferentes: con Gabriel Byrne para la película Mad Dog Time (1996), con Julio Iglesias en la interpretación española «a Mi Manera» (1998), con Jon Bon Jovi (2007) y con la cantante canadiense Garou (2013).
Según Warner Chappell, la editorial que controla los derechos, es la canción más radiada de la historia y la que más versiones tiene. No hay manera de comprobarlo, pero es cierto que muchos millones de seres humanos han interiorizado My way.
Como remate final, una de sus exitosas utilizaciones reafirma su universalidad: Viagra hizo su campaña publicitaria con diversos caballeros entonando la canción a todo pulmón.

Autor: José Luis Rodríguez Sánchez

Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la SAFA de Úbeda (AAMSU)

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