Portugal

No sé cuánto tiempo llevo enamorado de nuestro vecino país de la península ibérica, habiéndose juntado quizás múltiples razones para ello: su amable gente; su melódico y sensual idioma; la aureola de país romántico del siglo XIX que atesora paisajes y enclaves maravillosos; sus costumbres ancestrales que se palpan en el ambiente cotidiano y, especialmente, en las zonas rurales; esa veteranía gastronómica tan especial e irrepetible con el bacalao por bandera nacional; las aventuras viajeras por descubrir; sus fados tan melancólicos y sensuales; su monumentalidad destacable con jardines edénicos y ciudades entrañables (Coimbra, Oporto, Sintra, Lisboa, Aveiro, Évora, Braga, Guimaraes, Faro…), pobladas con paramentos de azulejos sin fin.

       

                                    Lisboa                                                    Oporto


Por ello, cuando he leído regustadamente Viaje a Portugal del premio nobel José Saramago, he vuelto a revivir los múltiples y variados viajes y momentos vividos con mi familia o alumnos al norte, centro y sur de este país tan cercano y, a veces, tan lejano, pues solemos vivir de espaldas a su cultura e idioma de una manera demasiado patente. Los carteles en ambos lados de la frontera lo delatan, pues ambos idiomas (español y portugués) y culturas -demasiadas veces- se dan la espalda descaradamente.

                     


Cuando, además, he vuelto a releer Tus pasos en la escalera de nuestro universal paisano ubetense, Antonio Muñoz Molina, centrado principalmente en la simpar Lisboa, he rememorado más que gustosamente tantos barrios, rincones y plazas lisboetas que me han vuelto a ratificar lo importante que es para mí ir -de vez en cuando- a este país encantado, donde se respira solidaridad, cordialidad y empatía a raudales.

                                        Lisboa                                                     Braga
Hay un dicho popular o proverbio que cualquier guía turístico te repite hasta la saciedad y que es el siguiente: “En Coimbra se estudia, en Braga se reza, en Lisboa se divierte y en Oporto se trabaja”. No hace falta añadir más.
No dejen de visitar Portugal, tanto si lo conocen como si no, ya que seguro quedarán prendados de tanta belleza y amabilidad. Su saudade les acompañará para siempre…

                                                                     Coimbra

                                                                       Oporto


Sevilla, 29 de marzo de 2023.
Fernando Sánchez Resa

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