¡Se nos fue un buen puntal safista!

Querido y llorado MMM(M):
Cuando el pasado 2 de marzo, martes, me enteré por Pepe Aranda que habías fallecido, sentí un desgarro en mi alma y en mi memoria que mal sé explicar. No me lo podía creer que tú, Manolo para tus amigos y compañeros, el súper cordial, el más extrovertido y parlanchín de los safistas de pro (aunque, mejor decir “cascabas” (hablabas) hasta por los codos, mucho y bien, en cuanto nos encontrábamos por cualquier zona de Úbeda o nos llamábamos por teléfono) te hubieses ido. No era posible aburrirse contigo pues de todo sabías y a todo le imprimías tu buen juicio y ancha dimensión.


Cuánto lamento no haber hablado más contigo últimamente, aunque hubiera sido por teléfono, en lugar de mandarte diversos correos electrónicos que tú no me contestabas. No fue así en la etapa en la que nos conocimos, pues tu largo y sustancioso correo epistolar por internet lo tengo guardado como oro en paño, ya que ahí sí que me contabas muchas cosas sustanciosas: que éramos casi familia, pues mi tía Prudencia era prima tuya; que de joven estuviste enamorado de mi hermana Toni, por lo que podíamos haber sido hasta cuñados…

Reproduzco dos pequeñas partes de una de tus extensas misivas:


“De Margarita lo tenía más claro… sobre todo por la vinculación de su padre a la institución durante tantos años. Por cierto que el padre del ciertamente afamado D. José Latorre, al que yo conocí, traté y admiré siempre, era primo hermano de mi abuelo Cristóbal Martínez Latorre. Iré más lejos, gracias a D. José, al que mi padre llamaba Pepe -eran primos segundos- entré yo de párvulo a SAFA”.
“En cuanto a tus padres los recuerdo a la perfección, que no en vano compartí bastantes actos familiares con ellos. Yo los saludaba siempre con un beso. A tu padre lo veía más en la calle… En fin, recuerdos muy gratos”.


No tuve la suerte de conocerte a fondo en los tiempos de estudiante de la Safa por ser tú mayor que yo, aunque me sonaba tu cara de algunos eventos familiares en los que habíamos coincidido; mas no recordaba tu nombre, cuando vinimos a vernos y encontramos (providencialmente) en los encuentros del Antiguo Alumno de la Safa de Úbeda, en donde te movías como pez en el agua, pertrechado de suma empatía, coraje, valentía y buen humor; además de tu pico de oro, lo que hacía que los encuentros anuales fuesen más dinámicos, entretenidos y cordiales.
Tú fuiste el culpable de que interviniésemos, mi esposa Margarita y yo, como ponentes en el encuentro del 2 de junio de 2018. Incluso me fichaste y fuiste a por mí, porque querías que fuese el nuevo presidente de nuestra Asociación Safista de los Antiguos Alumnos de Úbeda que tan bien pilota y coordina Paco Bordés; ponderando en exceso mi pobre valía, sin tenerla en cuenta, ni tampoco mi escasez de tiempo en tierras sevillanas con mis nietos por montera.


Fue curioso cómo te nombrabas o firmabas con tres M (Manuel Martínez Molina), por lo que yo te decía más de una vez que eras M al cubo y tú me rectificabas con gracia y sabiduría porque en realidad eras M a la cuarta (por tener un nombre compuesto que empieza por m)…
En fin, querido amigo Manolo, cuánto te vamos a echar de menos cada día, especialmente en los futuros encuentros en Úbeda, en el mes de junio, pues solo te tendremos (¡nada menos!) que en nuestra memoria personal y colectiva (además de en el RECREO de Pepe Aranda) hasta que nos marchemos a verte allá donde tú te encuentras; cuando Dios nos llame…
Sé, pues me lo comentaste, cómo bajaste al fondo de una de las minas de Linares con otros aguerridos periodistas para hacer una entrevista a los mineros, mientras otros más cobardes no se atrevieron a ello. Fuiste un comunicador nato tantos años en la radio de Linares y periodista más que aficionado. Te iba la marcha y bien que la sabías tocar y dominar…
¡Descansa en paz, amigo Manolo!; aunque nos hubiera gustado a muchos que nos regalaras bastante años más con tu presencia, tu alegría de vivir, tu encendido verbo y tu cariño y dedicación a tus familiares, pareja y amigos; y especialmente a la Safa de Úbeda que tanto amabas y recordabas siempre…
Ahora que empieza a florecer la primavera en Úbeda, tu recuerdo permanecerá inalterable entre nosotros.

¡Hasta siempre, fiel amigo, recibe un fuerte y encendido abrazo safista!


Sevilla, 3 de marzo de 2022.
Fernando Sánchez Resa

Deja una respuesta