Saúl

Por Fernando Sánchez Resa.

Querido y esperado segundo nieto: hace poco tiempo que ya vives en el vientre de tu querida madre, cual renacuajo humano (muy chiquitito y bonito, por cierto; que hemos tenido la suerte de ver en las ecografías modernas que ya te han hecho), que haces palpitar múltiples corazones de todos los que te queremos, sin haberte abrazado todavía. Tus padres y tu hermano Abel ya te presienten y quieren a rabiar, pues siempre andan contando contigo para todo. Eres el último e íntimo eslabón familiar Sola Sánchez que nos hace más larga la cadena sanguínea y amorosa.

Los besos que, cada mañana y noche, estampa tu hermano en el vientre de tu madre son momentos entrañables y sensibles que seguro nunca olvidarás, aunque tu memoria aún no esté madura para ello. ¡Son tan tiernos y sinceros…!

Y los pensamientos de tu madre, que te lleva dentro y te acunan cada noche, cada día, cada mañana, cada momento…, en tu nidito de amor, hecho de carne y alma; y que, con solo tu presencia, has sabido provocar fulgurantemente.

Y de tus abuelos para qué hablarte. Con lo sensibles que nos volvemos, con la lágrima fácil y la emoción en la garganta tan a flor de piel, somos testigos imperecederos del amor que ya te profesamos toda la familia, pues sabemos que serás un buen hijo y un muy querido nieto que harás las delicias de nuestra vejez ya tan cercana… Seguro que tus besos, caricias y abrazos serán el mejor bálsamo de miel para nuestros añosos corazones…

Te vas a presentar ante nosotros, con la ayuda de Dios y de tu madre, para corroborar que el milagro de la vida sigue brotando, una y otra vez; y para demostrarnos que tú serás distinto e irrepetible de todo cuanto ser humano haya pasado por este valle de lágrimas terrenal…

Ya ansiamos disfrutar de tu felicidad manifiesta, de tu infantil alegría, de tu inocencia natural…, estando aún instalado en el vientre de tu amada “mami”. ¡Qué feliz vivir allí dentro, cual pececillo que disfruta nadando y volteándose en el sustancioso líquido amniótico que te da vida, paz y luz interior…!

Ve formándote bien, Saúl; aliméntate de lo mejor, que ya tu madre come y bebe siempre pensando en ti; siéntete fuerte, sano y dichoso, pues sabes que tienes unos padres, un hermano y una familia que suspira por ti y que está deseando abrazarte y acogerte en tu hogar desde que te formaste y que ya es totalmente tuyo…

Recibe muchos besos, abrazos, achuchoncitos, cariñitos y todas las muestras posibles de cariño de todos nosotros, especialmente del que esto te escribe, más con el alma que con los dedos que impulsan el teclado del ordenador, en estas vísperas de la Feria de Abril sevillana, que son el plácido augurio de tu grácil y festiva existencia querida…

Sevilla, 29 de abril de 2019.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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