Por Mariano Valcárcel González.
Hace tiempo que escribí sobre la Constitución. Lo hice a propósito de la celebración que todos los años se realiza allá por la fecha del seis de diciembre.
Lo era en los años de bonanza bipartidista y absoluto dominio socialista en Andalucía. Eran tiempos, si se comparan con los actuales, de calma chicha y apesebramiento cómodo; todo marchaba según lo previsto por los padres constituyentes (y por la casta resilente que se había provocado un aparente harakiri como método de supervivencia).