Por Fernando Sánchez Resa.
Soy tu hada madrina que voy viajando por mis particulares mundos estelares, cuando me he enterado, por casualidad, que en esta ciudad maravillosa en la que habitas, se encuentra una madre preocupada por su linda hijita de tres abriles que no sabe cómo explicarle lo importante que es la meditación para su cotidiano vivir. Por eso, te escribo, África, en tono cálido y amoroso, para contarte las ventajas que te reportaría su práctica cotidiana durante toda tu vida.