Por Fernando Sánchez Resa.
A continuación, se pidió un minuto de silencio por el compañero Paco Ayala, que nos dejó recientemente, pues ya goza de la presencia del Señor, finalizándolo con fuertes aplausos.
Para terminar (la primera parte del acto), tomó la palabra el subdirector de la Fundación Safa, Francisco Rodríguez, reconociéndose antiguo alumno y suscribiendo lo dicho anteriormente; hizo un discurso institucional resaltando la historia de la institución Safa hasta nuestros días y entonando un canto agradecido al padre Villoslada y otros personajes importantes de la institución.
Para finalizar su intervención, se marcó un objetivo presente y futuro: aunar voluntades en torno a un servicio educativo, colaborando y fijándose siempre en los más desfavorecidos. Y, saltándose el protocolo, recordó que el director de la Safa de Úbeda, Víctor Pérez Cárdenas, este curso deja la dirección tras once años de servicio, por lo que le agradeció públicamente su meritoria labor. Y, nuevamente, visionamos otro vídeo con diversos testimonios de antiguos alumnos y profesores actuales que fue calurosamente aplaudido por todos.
Y se dio por concluida la primera parte del acto (que estaba programado conjuntamente con la segunda), al preguntar Víctor Pérez a la comisión de los antiguos alumnos si se iba a celebrar el IV Encuentro del Antiguo Alumno en el Salón de Actos o en el Aula Magna y avisando que había paella para todos en los porches de los patios.
En ese momento, se separaron ambos actos, pues era la una y cuarto (la segunda parte estaba programada a las 12) y mucha gente se marchó, equivocadamente o no, fuera del teatro. Los antiguos alumnos nos quedamos en cuadros. Hubo nerviosismo y enfado, pues la gente se quedó confundida pensando que ya no habría tiempo de hacer el acto programado. Finalmente, los organizadores del Día del Antiguo Alumno, en buena lid, decidieron proseguir en el mismo lugar, aunque se estuviese huérfanos de autoridades y habiendo mermado el público.
Salvó la situación el competentísimo presentador y moderador Manuel Martínez Molina (MMM) que, haciendo gala de sus habilidades sociales y dotes oratorias, fue presentando, concienzuda y divertidamente, a todos los intervinientes con unos sabrosos y trabajados guiones, basados en sus currículum académicos, profesionales y vitales, demostrando su desparpajo y buen hacer para festejar el cincuenta aniversario de los antiguos alumnos egresados de Safa (profesionales de oficialía y maestría y magisterio) mediante diversos y enjundiosos parlamentos de los escogidos ponentes, que dejaron anotados en el muro de la historia de la institución Safa una variopinta y competente muestra de su oratoria y memoria «al pasar por estos Cerros sin presura», como diría el santico de Fontiveros. No le faltó a MMM la hidalguía de mencionar a Paco López Ayala, que se nos fue, y a Pedro Mora, Pepe Aranda y Francisco Bordés, reconociéndoles su desinteresada colaboración que vienen desempeñando año tras año.
Y allí, ante el atril, cada uno de los ponentes (que estaban sentados a la derecha del escenario, frente al patio de butacas, a la espera de su intervención), expuso su personal y público mensaje hasta conformar un caleidoscopio safista variopinto, incidiendo principalmente en los añorados tiempos pasados aquí: mostrando cantos encendidos a la madre Safa que los acogió en su tierna infancia o adolescencia; cuestionando la deriva que ha tomado la Safa actual que en casi nada se parece a la que recibieron en aquellos duros años de la posguerra; haciendo un alegato de la memoria como germen del pasado que ilumina el presente y planta mojones vitales para el futuro; incluso, llamándola segunda madre, haciendo una defensa a ultranza de los 75 años de historia, para terminar lanzando a la asamblea un «¡Viva nuestra madre Safa!» y exclamando «Que Dios os bendiga»; recordando a antiguos amigos, compañeros o profesores que se marcharon de entre nosotros, poetizando en tres sonetos la rabia, la tristeza y la memoria por haberse muerto tan pronto, cual catarsis de aquella experiencia profunda vivida aquí, que da vida y esperanza, y terminando con otro poema alegre; y finiquitando con la musicalidad y hondura de un sonoro poema, cual romance halagador del pasado, presente y futuro de nuestra amada Safa. En definitiva, todos terminaron manifestando su alta sensibilidad y emotividad hacia la que fue su matriz educadora y formativa.
MMM nos recordó, después, que debíamos ser justos, rindiendo homenaje, mediante nuestro agradecimiento y aplausos, a la comisión organizadora, a Pedro García (director de Primaria) y a Luis Carlos Latorre (maestro de sonido, «que siempre se lleva todos los marrones»). Y los organizadores nos brindaron otra sorpresa más: la entrega de un cuadro, con emotivo texto leído para público conocimiento, a Antonio Lara Pozuelo por sus permanentes, brillantes y desinteresadas colaboraciones en los encuentros realizados. Al que él respondió sinceramente: «Desde los Reyes Magos, no me han regalado nada tan bonito». Lo que todos rieron y aplaudieron.
Eran casi las tres de la tarde cuando el grueso de los antiguos alumnos que habían quedado en el salón de actos marcharon (un poco tarde, en verdad) al almuerzo concertado en el Hotel Ciudad de Úbeda, en donde (según me han contado) pasaron una comida muy agradable en la que se ahogaron penas, cantando viejas canciones aprendidas en su infancia‑juventud en la madre Safa; y se hicieron nuevos proyectos, recordándose tantas anécdotas de estos fieles y antiguos alumnos safistas que hasta se podría editar un grueso tomo.
Quedó, no obstante, en el ambiente y en la mente de muchos, la constatación de que la asistencia a estos eventos no está de moda hoy en día o no es del gusto de las nuevas generaciones, pues solo asistimos los más antiguos alumnos o las intermedias generaciones, nunca los nuevos o recién salidos; por lo que esperamos y deseamos saber enganchar a todos los egresados de Safa para que celebremos, con notable éxito, el primer centenario que ya vemos en lontananza…
Todos tenemos en nuestras manos ese proceso de animación, quedando, no obstante, expectantes con lo que nos deparará, el próximo mayo, el V Encuentro del Antiguo Alumno…
Úbeda, 4 de junio de 2016.