Ruta señalizada de Muñoz Molina

Por Fernando Sánchez Resa.

Érase una vez… una famosa ciudad renacentista que vino a ser habitada, en 1956, por un inteligente varón que con el devenir del tiempo, y gracias a su destacado talento y extraordinarias dotes literarias, elaboraría originales y destacados libros, principalmente novelas y relatos, que fueron dignos acreedores a premios de renombrado prestigio, tanto nacional como internacionalmente; por lo que fue admitido en la Real Academia de la Lengua Española con el sillón u, a sus 40 años, y se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013.

Por este último motivo, un grupo de amigos enamorados de su originalísima prosa, tuvieron a bien celebrarlo colocando en diferentes lugares de la ciudad, que él bautizó como Mágina, cartelas o cabeceras de calles que servirían para recordar y reflejar un estudiado itinerario de sus principales hitos personales y literarios, pues el galardón y el personaje así lo merecían. Y todo fue festivo y lúdico…

Con tiempo y mucha constancia, el artista y creador salvadoreño Mauricio Jiménez Larios, al calor y el fulgor de la olvidada iglesia de San Lorenzo, y haciendo gala de su persistente quijotismo, logró aunar voluntades y recoger medios económicos para que ese incipiente itinerario señalizado fuese permanente y más artístico y destacado, de manera que cualquier visitante o turista, fuese aborigen o forastero, pudiese hacer un completo recorrido turístico‑literario empezando por la casa donde nació el insigne y universal escritor, siguiendo por los resonantes lugares de su adolescencia y juventud y pudiendo hollar las diferentes estaciones y/o coordenadas espacio‑temporales por las que hizo transitar a sus personajes reales o imaginarios de esta Mágina ubetense, recreada por su portentosa imaginación…

Una vez hecho este arduo trabajo de servicio a la ciudad, se cruzó en el camino un imponderable inconveniente: la falta de permiso municipal para que todas estas placas fuesen plenamente legales, aunque algunas siguen esplendorosas en sus originarios emplazamientos. Mas como hasta la fecha no se ha solucionado este tema, desde aquí pediría, a quien corresponda, solucionarlo lo más rápida y definitivamente posible, puesto que el objetivo es simplemente engrandecer, aún más, la ciudad que vio nacer a nuestro insigne paisano, Antonio Muñoz Molina.

¿O es que la ciudad patrimonial de Úbeda no se merece tener una ruta señalizada (con todos los permisos legalmente concedidos) del escritor ubetense más destacado de todos los tiempos, para que todo peregrino cultural que venga buscando sus huellas personales y/o literarias pueda fácilmente encontrarlas en unas artísticas placas acordes con el rango de ciudad renacentista que le honra?

Úbeda, 19 de mayo de 2016.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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