Por Manuel Almagro Chinchilla.
Quesada – San Miguel, 19,4 km.
Al día siguiente, 2 de julio, salimos de Quesada 8 peregrinos; un número que ya permanecería casi inalterable la mayor parte de la peregrinación. Tomamos la carretera A‑315; a un kilómetro cogimos un carril de tierra que sale a la izquierda y que toca el polígono industrial de Quesada. A cinco kilómetros pasamos por la aldea de Toya muy temprano, recién amanecido, con las brevas ya maduras y frescas de unas higueras muy bien vigiladas por los toyanos, cuyos gestos manifestaban una clara desconfianza que no invitaba, precisamente, a probar tan exquisito y autóctono fruto; nos quedamos con las ganas, para que luego se cacaree de la hospitalidad serrana, aunque en todo hay excepciones.