«En Úbeda, el deporte favorito es la envidia (sí, se dice que también en España), pero oculta y rastrera. La envidia que lleva al peloteo por sistema. El peloteo que lleva al intento de colocarse, situarse dentro de algunos círculos consagrados. Círculos consagrados que hacen a sus miembros “ubetenses de Úbeda” (definición del vocero especializado en autobombos dados y recibidos, personaje de sainete o de esperpento valleinclanesco)».