Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.
En este artículo, Ramón Quesada nos revela su acusada sensibilidad por la ornamentación de la flora urbana, tan descuidada como escasa por parte de quienes han tenido tal responsabilidad. Una carencia de la que aún “disfrutamos” como herencia y que se va superando con bastante dificultad. Ramón ya se refería a este asunto hace cincuenta y tres años, magistralmente, con un estilo literario, tan habitual en él, bastante poético y adornado con una bien conseguida y sobresaliente semántica. Quizás para llamar la atención de la manera menos incómoda posible, aunque no sabemos si la más eficaz.