Lo esencial de la vida de una persona no es su currículo sino la calidad y nobleza de las emociones que ha albergado su corazón (su cerebro).
Profundizando en los hechos históricos
La Historia que estudiamos en nuestra infancia y adolescencia fue una historia de hechos, reyes, batallas y fechas. Una historia “externa” de eventos (Histoire événementielle, dicen en francés, ‘Historia que describe los eventos’). La concepción de la Historia del Peloponeso de Tucídides ‑que leo de cuando en cuando con mucho placer y que recomiendo al lector‑ es mucho más profunda, gracias a sus análisis de causas, de evoluciones de ánimo de las masas, etc. Los historiadores de hoy presentan la Historia bajo el ángulo del desarrollo de las ideas y de las formas políticas. Los mismos acontecimientos son analizados desde perspectivas más profundas.